Legado Sindical No. 5 Nueva Época
Septiembre de 2010
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El siete de diciembre el compañero Ramos V. agradeció al Consejo Universitario su voto favorable para que se le concediera al personal de la Universidad una quincena de gratificación. A principios de enero de 1951 el Consejero Roberto Ramos, envió un escrito al Lic. Carlos Novoa, Presidente del Patronato de la Universidad Nacional, exponiéndole los puntos que a continuación se mencionan: “1.-Los empleados universitarios, comparados con los del Gobierno, ganan relativamente poco; 2.-Los empleados del Gobierno tienen la protección del Estatuto Jurídico, no así los de la Universidad, desamparados tanto por dicho Estatuto como por la Ley Federal del Trabajo, y esto por ser la Universidad una Institución de servicio público descentralizado. 3.-Los empleados del Gobierno han obtenido sus aumentos, aunque pequeños, por conducto de sus dirigentes, no en cambio los de la Universidad, quienes hoy por vez primera solicitan un aumento, y esto sólo debido al alto costo de la vida. 4.-Por lo que respecta a los informes contables de posibilidades económicas, base posible de mi solicitud de aumento de sueldos, creo que la persona más indicada es el señor Lic. Alfonso Ramos Bilderbeck, Tesorero de la Universidad, quien nos ha venido prestando gran ayuda en los problemas que a su cargo atañen”. Dado lo anterior le solicitaban que en su calidad de Presidente Patrono y aprovechando su decisiva influencia ante el señor Presidente de la República, logrará un susidio de un millón y medio de pesos anuales, exclusivamente dedicados al aumento de sueldos de los empleados técnicos y docentes de la Institución. Por otro lado, en un texto enviado el seis de enero al Lic. Carlos Novoa, el Consejero Roberto Ramos le informa que tanto los dirigentes de la Asociación de Profesores Universitarios de México como los del STUNAM informaron al personal de la plática sostenida con él para que hiciera gestiones ante el Presidente Alemán a fin de lograr un aumento de subsidio de la Universidad y de exponerle la solicitud de aumento de salarios para todos los servidores de la Universidad que le hiciera el Consejero Ramos. Los señores doctores María Guadalupe Domínguez, Manuel Martínez López, Héctor Bolaños Franco, Enrique Acosta Vidrio y Francisco Flores Cano, nombrados por el Comité Ejecutivo del STUNAM el diez de enero en acatamiento a lo dispuesto en la Asamblea del Consejo Sindical de fecha veinticuatro de noviembre, presentaron un “Proyecto de Reorganización al Servicio Médico de Trabajadores del mismo” que sería entregado a las autoridades universitarias. El trece de enero de 1951 se presentó el Informe de Actividades del Consejero Roberto Ramos ante sus representados. El diecinueve del mismo mes Cornelio Rosas Aceves y Oscar S. Frías, Secretarios General y del Interior del STUNAM respectivamente, junto con el Consejero Ramos informaron al personal de la Universidad que hubo éxito en las gestiones que venían realizando para conseguir un aumento de salarios, mismo que se efectuaría de la siguiente manera: En sesión del Consejo Universitario del treinta y uno de enero el Representante de los Empleados agradeció en nombre de la membresía la aprobación del presupuesto que beneficia a los servidores de la Institución, y se aprobó una propuesta del mismo consejero para que la cantidad de $60,000.00 -que se destinaba a los préstamos a corto plazo para los servidores de la Máxima Casa de Estudios- se aumentara a $150,000.00, que los préstamos no fueran mayores a un mes de salario y que el plazo de pago fuera de diez meses. El primer día de febrero se realizó una visita de los integrantes del Consejo Universitario a las obras de la Ciudad Universitaria; ese mismo día “Ciudad Universitaria y la Sociedad de Arquitectos Mexicanos” publicaron una convocatoria para el concurso de proyectos de la “Casa Habitación del Maestro Universitario” que deberían hacerse en terrenos aledaños a los de Ciudad Universitaria. Una semana después el Consejero Roberto Ramos solicitó al Arq. Carlos Lazo, Gerente General de la Ciudad Universitaria, le informara de todo lo relativo a la notificación, construcción de casas y de los costos de las mismas para que a su vez él pudiera informar al personal universitario. Al día siguiente el Arq. Carlos Lazo solicitó a Roberto Ramos su presencia en las oficinas de Ciudad Universitaria de México en la calle de Sonora Nº 68 para tratar lo relativo al Fraccionamiento para Empleados Universitarios en el Pedregal de San Ángel. El Representante de los Empleados ante el Consejo Universitario inició el doce de febrero una campaña para conseguir de diversas empresas la donación de dinero para la construcción del Sanatorio para los Empleados de la Universidad. Cinco días más tarde el Comité Ejecutivo del STUNAM organizó una comida para agradecer al señor Roberto Ramos, al Consejo Universitario y al Rector el reciente aumento de salarios. Con esa misma fecha Cornelio Rosas envió un oficio al Presidente Miguel Alemán invitándolo a esa comida anual de los trabajadores universitarios que se verificaría ese día a las 14.30 horas en el Centro Vasco, en la calle de Madero número 6, Pasaje América, tercer piso. “Para nosotros sería un alto honor contar con su presencia, ya que lo hemos considerado como un alto símbolo de justicia, emanado de nuestra Alta Casa de Estudios, no dudando se sirva usted aceptar nuestra invitación, le protestamos nuestra más alta y distinguida consideración”. El veintiséis del mismo mes, el Dr. Alfonso Pruneda Batres envió un cuestionario por escrito al compañero Roberto Ramos para publicarse en el periódico Atisbos. En ella se exponían las principales inquietudes para la resolución de los diferentes problemas de los empleados universitarios como eran el Estatuto del Personal Administrativo, la incorporación a la Ley de Pensiones, el problema de las Jubilaciones y sobre la atención médica para el personal. Al día siguiente -en sesión del Consejo Universitario- el Representante de los Empleados solicitó se entregara a la Comisión de Reglamentos el proyecto del Estatuto que normara las relaciones de la Universidad con sus servidores “El señor Rector indicó que obsequiaría sus deseos”. El Director Médico del Centro Médico Universitario, Dr. Felipe Alfonso Aceves Zubieta, emitió una circular el siete de marzo en la que se informaba a los empleados de la UNAM acerca de la nueva organización del Servicio Médico para los trabajadores universitarios que comenzaría a funcionar a partir del dieciséis de marzo. Se indicaba que a los empleados se les atendería en la Calle de Justo Sierra Nº 10 de 11 a 13 y que para las pequeñas curaciones e inyecciones el horario sería de 8 a 14 horas. A los familiares de los trabajadores los atenderían en la Calle de Lic. Verdad Nº 3 de 15 a 17 horas. Así mismo, las consultas especializadas se seguirían atendiendo en el Centro Médico Universitario ubicado en Palma Nº 405 de 16 a 18 horas; se informaba también que continuaría funcionando el servicio médico domiciliario normalmente y de los horarios de los laboratorios y radiología. Al día siguiente el Consejero Ramos solicitó al Gerente General de Ferrocarriles Nacionales de México, Lic. Manuel Riva Palacios, la autorización de la tarifa 13-51 para el personal docente y administrativo de la Universidad Nacional (se trataba de un descuento del cuarenta por ciento en las cuotas de viaje redondo en segunda clase y de un veinticinco por ciento en primera). Lo anterior se solicitaba debido a los bajos salarios de los universitarios; en la misma fecha el Presidente Miguel Alemán dio inicio oficialmente a las obras de la Ciudad Universitaria. A fines de marzo el Consejero Roberto Ramos solicitó por medio de un documento al Ing. Carlos Lazo le informara por escrito lo que el considerara se pudiera comentar sobre los terrenos y casas en la Ciudad Universitaria y sobre el informe de la Comisión encargada de elaborar el proyecto de ley sobre la repartición de terrenos. Por otro lado le solicitaba un plano del Fraccionamiento y le informaban que se había proyectado realizar una visita de los empleados a las obras de la Ciudad Universitaria, la cual se realizaría el catorce de mayo. El Lic. Carlos Lazo respondió por escrito el once de abril que no había nada nuevo que informarle, y que con respecto a su solicitud del alquiler de 25 camiones para que los empleados universitarios realizaran una visita a las obras resultaba imposible de atender ya que el presupuesto estaba totalmente destinado a las mismas. En la sesión del Consejo Universitario del tres de mayo Roberto Ramos solicitó que quedara asentado que en la Comisión que elaboró el Proyecto de Reglamento para normar las relaciones entre la Universidad y sus empleados no figuró ningún representante del Sindicato. El Comité Ejecutivo del STUNAM, con la cooperación del Sindicato de Trabajadores de la Imprenta Universitaria, publicó con fecha quince de junio un documento denominado “Lotes de Terreno para el Personal Universitario” en el que se reproducía el escrito del Lic. Ramos Bilderbeck acerca del asunto y todos los antecedentes. El texto era una opinión sintética respecto a la venta de terrenos urbanizados a empleados y profesores de la Ciudad Universitaria de México y características de la intervención de la Universidad, así como de la ayuda del Gobierno Federal para la construcción de casas. En el documento se hacía la consideración de que no era necesario discutir tanto si se podría destinar parte del terreno de la C.U. a la construcción de casas para los servidores de la Universidad, pero que para que no quedara ninguna duda se debería hacer un Decreto Aclaratorio en el que se podrían establecer las bases. El cuatro de julio el Comité Ejecutivo del STUNAM logró una entrevista con el Presidente Miguel Alemán en la que le presentaron el siguiente documento: “Los empleados de la Universidad contamos actualmente con un Reglamento de Jubilaciones, que no se ajusta a las necesidades ni a la época en que vivimos. Este Reglamento lo consideramos injusto e inhumano y si en el año de 1946 lo aceptamos, fue con motivo de que cuando menos era algo que se nos daba por lo que se refiere a jubilaciones. Hemos presentado a las autoridades universitarias desde el año pasado un proyecto de Estatuto que rija las relaciones entre la Universidad y su personal, el cual consideramos que se ajusta a las necesidades de los trabajadores en esta época. En dicho proyecto de estatuto también tratamos el problema fundamental que afecta actualmente a los trabajadores o sea la Ley de Jubilaciones. Hasta la fecha dicho Estatuto no ha sido estudiado por la Comisión de Reglamentos de la Universidad, ni hay trazos de que éste se resuelva a la mayor brevedad, por lo tanto pedimos a usted señor Presidente, se digne girar alguna indicación al señor Rector de la Universidad efecto de que se estudie el proyecto a la mayor brevedad posible, tomando en consideración que un quince por ciento de los empleados de la Universidad llegan a trabajar a sus labores en una situación lamentable de salud, en virtud de los años que han prestado sus servicios y la edad que presentan. Si estos compañeros no han pedido su jubilación se debe a lo raquítico de la tabulación de jubilaciones en vigor. También ponemos a su justa consideración el problema que nos afecta por lo que se refiere a la atención médica, no contamos con un sanatorio donde puedan ser encamados los 1,500 empleados y sus familiares, cuando padecen alguna enfermedad o necesitan alguna intervención quirúrgica, ya que se nos han asignado dos médicos generales y a un pediatra, los que son insuficientes para dar una atención médica regular y por el contrario consideramos que después de tantos años de servicios periódicamente a todos y cada uno de los empleados se nos debe hacer un examen general para determinar si padecemos alguna enfermedad y tratarla oportunamente. Con tal motivo señor Presidente solicitamos a usted se sirva girar sus apreciables órdenes a efecto de que cuando el Gobierno Federal nos proporcione un local adecuado para ello y en el cual sea instalado el Sanatorio de los empleados de la Universidad para un cupo de treinta camas y se nos proporcionen los muebles, aparatos e instrumental necesarios. El sostenimiento de este Sanatorio correrá por nuestra cuenta, así como con la cooperación de la Universidad Nacional. Para nosotros los trabajadores de la Universidad ha sido y es un honor ser servidores de la misma, máxime que en este año cumple su IV Centenario, por tal motivo desearíamos Señor Presidente, girara usted las órdenes respectivas para que cuanto antes se termine el Proyecto de Ley, el cual nos adjudicará terreno a cada uno de los empleados para construir nuestras casas en la Ciudad Universitaria. Desearíamos que la entrega de estos terrenos se hiciera en el mes de septiembre, fecha del IV Centenario de la Universidad”. Más tarde se publicaría una convocatoria del STUNAM para la realización de una Asamblea General ordinaria el siete de julio en la que se informaría sobre la entrevista que se tuvo con el Presidente de la República Miguel Alemán -el cuatro de julio- relativa a jubilaciones, servicio médico, terrenos y casas para los empleados de la Universidad. Por otra parte, el Comité Ejecutivo citó a Roberto Ramos el día veintitrés de julio para que con carácter de urgente se presentara a la Asamblea de Consejo Sindical del día veinticinco, con el objeto de tratar asuntos de vital importancia. Este funcionario sindical envió un escrito a principios de agosto al Rector Dr. Luis Garrido, recordándole su documento de fecha dos de octubre de 1950 en el que le proponía una gratificación para los empleados que hubieran cumplido de 20 a 30 años y 31 años de servicios, en vista de que no había recibido respuesta. Los secretarios General y del Trabajo del STUNAM, Cornelio Rosas Aceves y Manuel Barranco, enviaron un documento a mediados de agosto al Rector Dr. Luis Garrido informándole que de acuerdo con la petición que le habían hecho de que se integrara una Comisión Mixta de Escalafón que viniera a resolver los problemas de ascensos, permutas, etc. y que habiendo (el Rector) estado conforme y dado instrucciones al Secretario General de la Universidad, la asamblea del Consejo Sindical del día diez de agosto eligió como sus representantes a los señores Roberto Ramos como propietario y a Pedro Armas Rojas como suplente. Por lo anterior, solicitaban que girara instrucciones para que quedara integrada la mencionada Comisión. El Secretario General de la Universidad, Dr. Juan José Bustamante, envió un oficio el veinte de agosto a Roberto Ramos informándole que el Rector le había dado instrucciones de contestarle su atenta comunicación, por lo que le indicaba que “debido a las precarias condiciones económicas por las que atraviesa nuestra Casa de Estudios, no es posible otorgar a los empleados con antigüedad de 20 en adelante la gratificación que proponía pero que sí se podría otorgar un diploma a las personas que tengan de 20 a 30 años de servicios y un diploma y medalla a las que hayan trabajado ininterrumpidamente más de treinta años”. El Consejero de los Empleados envió a fines de agosto un recordatorio al Rector Luis Garrido donde le mencionaba que desde el cinco de octubre de 1950 le había entregado un Anteproyecto de Estatuto de los Trabajadores Administrativos al Servicio de la Universidad Nacional a fin de que se dignara enviarlo a la Comisión de Reglamentos del H. Consejo Universitario para su estudio y dictamen. Dado lo anterior, le solicitaba que se sirviera gestionar ante la mencionada Comisión la resolución que haya dictado sobre el citado Anteproyecto, “con el propósito de que pase al H. Consejo Universitario para su discusión y aprobación; y de esta forma, regularizar las relaciones entre la Universidad y sus servidores”. Y admitía que “El personal de la Universidad Nacional reconoce que durante la administración de usted, ha logrado ventajas económicas, escalafonarias y de prestación social, que nunca había tenido; por estas razones tenemos fundadas esperanzas de que conociendo todos los problemas que hay entre la Universidad y sus servidores por falta de reglamentación, será usted el único que indudablemente se preocupará por la expedición de éste, que redundará a no dudarlo, en beneficio de los trabajadores quienes siempre lo recordaremos a usted con la admiración, respeto y cariño que se merece”. El jueves veinte de septiembre de 1951 con motivo de la Ceremonia por el IV Centenario de la Universidad hubo a las 20 horas un desfile de universitarios, a las 22 horas se realizó un Gallo Estudiantil y los Trabajadores Administrativos de la Universidad cantaron las mañanitas el veintiuno de septiembre a las 5 de la mañana en el Edificio Central ubicado en el corazón de la Ciudad. Con fecha cuatro de octubre se elaboró un documento en el que se hacía pública “la decisión de luchar por el triunfo” de la candidatura a la Presidencia de la República del señor don Adolfo Ruiz Cortines, resolutivo tomado por una gran cantidad de trabajadores de la Universidad encabezados por Roberto Ramos Vigueras, pues tenían “confianza en que sus problemas económicos, de prestación social y habitación serán resueltos por su futuro Presidente de la República”. El Comité Ejecutivo y el Consejo de Delegados del STUNAM organizaron un Festival para los Trabajadores dos días después, evento que se llevó a cabo en el Anfiteatro Simón Bolívar de Justo Sierra 16 y al que asistieron como Invitados de Honor: el Rector Dr. Luis Garrido, el Secretario General de la Universidad Dr. Juan José González Bustamante, el Tesorero de la Universidad Lic. Alfonso Ramos Bilderbeck, los antiguos servidores de la Institución y los Directores de las Escuelas, Facultades e Institutos. A mediados de ese mismo mes un grupo de trabajadores de la Biblioteca Nacional envió un escrito al Secretario General de la Universidad para exponerle que debido a las inundaciones y cambios de ruta de las líneas de transporte se les habían efectuado descuentos que consideraban injustos y que les afectaba en sus ya de por si bajos salarios. Por otro lado, protestaban por el mal trato y por el lenguaje utilizado por el señor David Arce, Secretario de la Biblioteca Nacional, en contra del personal y servidumbre de la Institución. Los Secretarios General y del Trabajo del STUNAM, Cornelio Rosas Aceves y Manuel Barranco respectivamente, enviaron un documento al Dr. Juan José González Bustamante, Secretario General de la Universidad, respaldando las peticiones de los empleados de la Biblioteca Nacional. Por otro lado, se informaba al Lic. Fernando Casas Alemán, Jefe del Departamento del Distrito Federal, que los trabajadores de la Universidad, a quienes se honraban representar, “habían aprobado en una junta general formar una cooperativa de transportes de camiones del Centro de la Ciudad a la Ciudad Universitaria”. En Asamblea Electoral del STUNAM del diecisiete de noviembre de ese año se eligió Comité Ejecutivo, al terminar el interinato que cubría Cornelio Rosas Aceves, siendo reelecto éste y quedando integrado de la siguiente manera: Secretario General, Cornelio Rosas Aceves; Secretario del Interior, Félix Sánchez Juárez; Secretario del Exterior, Pedro Armas Rojas; Secretario de Trabajo, Manuel Barranco Palacios; Secretario de Finanzas, Enriqueta Alarcón; Secretario de Legislación, Porfirio Vielma Andrade; Secretario de Justicia, Juan Estrada. Entre los asistentes a la Asamblea hubo algunas muestras de inconformidad ya que se consideraba que no debería de existir una reelección, especialmente porque durante la Revolución se había combatido esa situación. Por medio del Boletín número 4 –fechado el diecinueve de noviembre- el Consejero Roberto Ramos comunicó al personal de la UNAM su decisión de renunciar al STUNAM por la ilegalidad en la votación para nombrar Comité Ejecutivo ocurrida dos días antes, fundamentalmente por estar en contra de la reelección. Por otro lado, comunicaba que continuaría luchando por los intereses de los trabajadores fueran o no sindicalizados. Por aquel día el Presidente Miguel Alemán y el Rector Luis Garrido asistieron a los terrenos en que se construiría la Ciudad Universitaria a la Ceremonia del Día de la Dedicación a la construcción de la Ciudad Universitaria. El Ex Secretario del Exterior del STUNAM, Héctor Manuel Castelló Frezieres, también presentó su renuncia al Sindicato el veintiuno de noviembre por considerar fraudulenta la elección para nombrar Comité Ejecutivo. El veintiséis de noviembre nuevamente Roberto Ramos solicitó al Rector Dr. Luis Garrido su resolución acerca de la gratificación que le había solicitado en beneficio de los antiguos trabajadores. Por otro lado, en esa fecha el Gerente de la “Botica Bustillos” comunicó al Dr. Felipe Aceves, Director del Centro Médico Universitario, que en vista del aumento de ventas que habíann tenido y en beneficio de los empleados universitarios se aumentaba el descuento en medicinas del 15 al 18%. También el mismo día -por medio de un oficio del Consejero Roberto Ramos al Presidente Miguel Alemán- se le solicitaba una copia de su acuerdo sobre la incorporación del personal universitario a la Dirección de Pensiones, con el objeto de boletinarlo. Una petición más fue la que se dirigió al Jefe del Departamento del Distrito Federal, Lic. Fernando Casas Alemán, solicitándole información sobre la Concesión de una línea de camiones del Centro de la Ciudad a la Ciudad Universitaria. También al Arquitecto Carlos Lazo, Gerente General de la Ciudad Universitaria, le fue solicitada información acerca de los terrenos para los empleados y profesores de la Institución. “Con tal motivo, se nos ha encomendado dirigirnos a usted en solicitud de la concesión antes expuesta. Los propósitos fundamentales son de que todos y cada uno de los trabajadores sean accionistas con todos los derechos y obligaciones que las leyes demandan para llenar este objeto. Tenemos la creencia de que conociendo sus altas miras de ayuda a los trabajadores, nos concederá usted una satisfactoria respuesta a nuestra petición”. Por otra parte, Roberto Ramos envió al Presidente Miguel Alemán un escrito el veintiséis de noviembre con el siguiente texto: “El personal de la Universidad Nacional Autónoma de México, me ha encomendado como representante que soy de él, dirigirme a usted para rogarle muy encarecidamente, se sirva informarnos el estado en que se encuentra el estudio o resolución sobre la repartición de terrenos en la Ciudad Universitaria, que en forma gratuita, se darán a los empleados y profesores, para que en ellos construyan su casa; pues creemos que casi al mismo tiempo en que se están construyendo los edificios para Escuelas y Facultades, deben repartirse los terrenos arriba mencionados, por ser esto de urgente necesidad, en vista de que se pretende hacer propietarios a todos los trabajadores de la Universidad y además por las distancias que quedarían para el personal. Anticipo a usted las gracias por la atención a la presente”. Luego, el compañero Ramos le envió un escrito al Lic. Esteban García de Alba, Director de Pensiones Civiles, el veintisiete de noviembre solicitándole información acerca de la proporción que le podía corresponder al personal universitario de los departamentos en el Multifamiliar que se estaba construyendo en los terrenos que fueron del Estadio Nacional, así como los requisitos que deberían llenar con el objeto mencionado. Se trataba del Multifamiliar Benito Juárez. El día siguiente el Oficial Mayor de la Presidencia de la República, Luis García, envió un oficio al Secretario de Educación Pública en el que le indicaba que por acuerdo del Presidente de la República se le rogaba ordenar que se comunicara a Roberto Ramos sobre las gestiones realizadas para su incorporación a la Dirección de Pensiones. El Dr. Juan José González Bustamante Secretario General de la Universidad le comunicó el último día de noviembre a Roberto Ramos que tomaba en cuenta su petición de suprimir del Anteproyecto del Estatuto de los Trabajadores Administrativos de la Universidad Nacional el capítulo que se refiere a las jubilaciones. Al día siguiente el Consejero Roberto Ramos dirigió un escrito al Lic. Novoa -miembro del Patronato Universitario- solicitando un aumento de salarios en el Presupuesto de Egresos para el período 1952-1953. Fundamentaba su petición en el alto costo de la vida, en que estaba por fijarse un sueldo mínimo de $10.00 diarios y en que a los empleados del gobierno les iba a ser aumentado el sueldo al año siguiente. El tres de diciembre Roberto Ramos envió un escrito al Consejo Universitario en el que solicitaba que se sirvieran turnar el “Anteproyecto de Estatuto de los Trabajadores Administrativos de la Universidad Nacional” a la Comisión de Reglamentos para su estudio y dictamen con el propósito de que se pasara al Consejo Universitario para su discusión y aprobación y, en esa forma, regularizar la situación de los trabajadores de acuerdo con la Ley. Un día después el Arq. Carlos Lazo informaba por medio de un escrito que la situación de los terrenos para los empleados y profesores era la misma que les había transmitido verbalmente en la última junta. El seis de diciembre Roberto Ramos solicitó al Patronato de la Universidad que se acordase el otorgamiento de una quincena de gratificación al personal de la Institución. En la misma fecha, el propio Ramos Vigueras envió una aclaración sobre la solicitud de un incremento salarial del 15% para todo el personal de la Universidad. Por su parte el STUNAM convocó el ocho de diciembre a elección de delegados, evento a realizarse el día once de diciembre. El Rector Luis Garrido le contestaba el trece de diciembre a Roberto Ramos que quedaba enterado de la petición de aumento de sueldos para el personal administrativo, para el presupuesto 1952-1953. El veintiocho de marzo de 1952, Roberto Ramos presentó una propuesta al Secretario General de la UNAM, Dr. Carrancá, para que el aumento de 10% se hiciera retroactivo a partir del primero de febrero para que con las diferencias se pagaran los descuentos para Pensiones por los meses de enero y febrero. El dos de abril se emitió la respuesta del Dr. Carrancá a Ramos Vigueras, en el sentido de que se había convenido con la Dirección de Pensiones otra solución. En esa misma fecha el compañero Ramos envió un escrito al candidato a la presidencia Adolfo Ruiz Cortines en el que le proponía una reorganización de la bibliotecas públicas en colaboración al programa Dialogo con el pueblo. El treinta de abril se suscribe el acuerdo del Presidente de la República, Miguel Alemán, para incorporar a los trabajadores de la Universidad Nacional al Régimen de Pensiones, luego de años de haber sido solicitado por los trabajadores de la UNAM. El día primero de mayo se iniciarían los descuentos del 5.5% a los trabajadores universitarios para iniciar el Fondo de Pensión. Hacia el trece de mayo aparece un texto de felicitación que Roberto Ramos, a nombre del personal de la Universidad, dirige al Rector Luis Garrido por su reelección para un nuevo periodo, luego de que el Consejo Universitario acordó extender su periodo hasta el fin del sexenio del Presidente Miguel Alemán. El STUNAM le ofreció al Rector un almuerzo en el mes de mayo para felicitarlo por su merecida reelección y le entregaron una medalla de oro, a lo que el Rector contestó con el siguiente discurso: “Expreso a ustedes mi más profundo reconocimiento por haberme invitado a este almuerzo de solidaridad, y más aún, por la inmerecida distinción de que he sido objeto, la que acepto más que como un homenaje a mi persona como un homenaje a nuestra Casa (de Estudios). Aprovecho la ocasión para felicitarlos por el avance que han obtenido en su gremio. En etapas anteriores se había temido que la asociación de empleados planteara serios problemas a la Universidad. Yo nunca he desconfiado de las ventajas de la Unión, si ésta se emplea provechosamente. Es signo de los tiempos nuevos el trabajo en equipo y la defensa de intereses comunes por medio de las organizaciones laborales. Las empresas del mundo moderno son de tal magnitud, que sólo se pueden llevar a cabo por grupos: sociedades, asociaciones, sindicatos, federaciones… Ustedes son depositarios de una fuerza que espero confiadamente sabrán emplear en las causas justas. Sé bien que muchos de ustedes han envejecido al servicio de la Institución, poniendo de manifiesto su amor y desinterés por la causa universitaria. Como Rector les expreso una vez más mi admiración y agradecimiento por su trabajo eficaz y prolongado. Ha sido para mí un privilegio el haber servido a la Universidad en compañía de ustedes durante estos últimos cuatro años. He conocido muchos hombres y mujeres que han hecho posible el progreso administrativo de nuestra Casa y que hacen esperar su mejor organización en el Pedregal. Juntos hemos trabajado por la Universidad, que es como decir que hemos laborado por el destino de México. Es necesario que persista cada vez más con mayor fuerza la solidaridad entre los miembros de la gran familia universitaria; sólo así podremos lograr la cabal grandeza de nuestra Casa. Que desde el empleado más modesto, hasta el funcionario de categoría, sientan que forman parte de un todo, que trabajan por una empresa de orden superior: el problema de México que es el problema de la cultura. Al iniciar mi Rectorado ofrecí a ustedes velar por su mejoramiento, de acuerdo con la capacidad económica de la Universidad. Gracias a la comprensión de nuestro Patronato y en particular al apoyo de uno de sus miembros, el del señor licenciado Carlos Novoa, hemos logrado algunas ventajas para recompensar sus esfuerzos. Creo haber cumplido mi palabra. Nos hemos conocido en una época histórica de la Universidad, a la que guardan días de gloria. El sentimiento de haber trabajado por algo grande nos ligará por el resto de nuestra vida. Que la misión de forjar hombres completos con alteza de miras, rectitud moral y firmeza de carácter, siga siendo la augusta meta del trabajo perseverante y heroico de los que sirven a la Universidad”. El día seis de junio se publicó en el Diario Oficial el acuerdo del Presidente Alemán para incorporar a los trabajadores de la Universidad Nacional al Régimen de Pensiones. El Secretario General del STUNAM, Cornelio Rosas Aceves, reprodujo el Acuerdo el nueve de junio y mencionaba que por gestiones que realizó el Sindicato se había logrado la incorporación a Pensiones. Proponía que fuera todo el personal a los Pinos a agradecer al Presidente el hecho. No obstante, Roberto Ramos envió un documento al Subdirector del periódico Excélsior el doce de junio pidiéndole publicar una nota en la que se aclarara quien realizó las gestiones para la incorporación a Pensiones. Existe una carta de Roberto Ramos Vigueras al Dr. Jorge Avendaño Inestrillas del ocho de julio, quien lo invitó a enviar sus puntos de vista para reformar la Ley Orgánica. En ella mencionaba que si era necesaria la intervención de maestros y estudiantes, también era la de los trabajadores para quienes aun no se expedía el Estatuto que disponía el artículo 13 de la Ley de 1945, lo cual era urgente para fijar derechos y obligaciones además de servir de protección a los trabajadores en los movimientos escalafonarios, ya que en muchas ocasiones en lugar de ocupar como les correspondería son dadas a personas recomendadas y sin ninguna preparación para el desempeño del trabajo encomendado. Sugería, además, que en caso de aprobarse la nueva Ley Orgánica se fijara un plazo no mayor de tres meses para la expedición del Estatuto con el propósito de que no se repitiera el caso de que mejor se expida una nueva Ley a que se cumpla con su articulado. Solicitaba así mismo que en la Ley se incluyera un capítulo especial sobre Servicios Sociales como los que gozan los empleados de Petróleos y los de la Dirección de Pensiones Civiles de Retiro que incluya: médicos, medicinas, operaciones y Guarderías Infantiles, sin costo alguno para los trabajadores. Por otra parte, solicitaba que “Para proteger al trabajador en bienes inmuebles en terrenos de la Ciudad Universitaria, debe incluirse un artículo en el cual se fije la cesión de 400 metros cuadrados de terreno a todos y cada uno de sus trabajadores, con el propósito de construir sus hogares, que será el patrimonio familiar”. Proponía además que la representación de los trabajadores ante el Consejo Universitario debía ser aumentada. Los siguientes funcionarios universitarios enviaron al Presidente Miguel Alemán este escrito que suscribieron a nombre de los profesores: Dr. Luis Garrido, Dr. Raúl Carrancá y Trujillo, Lic. Juan González Alpuche, Lic. Vicente Méndez Rostro, Dr. Raúl Cordero Amador, Dr. Raúl Cordero Amador, Dr. Leopoldo Ancona H. y Lic. J. Orlando de Velasco. “Los subscritos, en representación del Profesorado Universitario, le expresamos por estas líneas nuestro más sincero agradecimiento por la preferente atención que ha tenido a bien dedicar a los problemas universitarios, hasta llegar a la cristalización del viejo anhelo de la construcción de la Ciudad Universitaria. Como por otra parte juzgamos que es indispensable dotar al personal docente de la Universidad de casas en la Zona de Ciudad Universitaria, nos permitimos encarecer a usted se sirva prestarnos su valiosa ayuda a fin de que la Nacional Financiera pueda solventar, en calidad de préstamo, la adquisición de los terrenos ubicados al Sur de la Ciudad Universitaria con las siguientes colindaciones: carretera Contreras Tlalpan, Peña Pobre, Fábrica de Santa Teresa, Fábrica la Magdalena y Hacienda “La Eslava”, con una superficie total de dos millones novecientos mil veintinueve metros cuadrados. Tal como podrá usted ver en la carta adjunta, la Rectoría de la Universidad ha autorizado la adquisición de dichos terrenos, y tratándose como se trata, de resolver un problema que ha afectado a los Profesores de la Universidad por tanto tiempo, esperamos, Señor Presidente, que una vez más nos preste su ayuda para resolverlo. Reiteramos a usted las seguridades de nuestra consideración y personal agradecimiento”. El treinta de enero en el Consejo Universitario se acordó lo siguiente: “...que continúe en vigor el presupuesto de 1952-1953, en tanto se aprueba el de 1953-1954, en la inteligencia de que todas las modificaciones surtirán efectos desde el día 1º de febrero y que no se ejerzan aquellas partidas que no aparecen en los proyectos presentados por los directores de facultades, escuelas e instituciones y demás funcionarios de la Universidad para el ejercicio de 1953-1954. Se acordó asimismo recomendar al H. Patronato:
c) Que la cantidad que se obtenga como aumento al presupuesto se destine al aumento de profesores en aquellas escuelas de población numerosa y de investigadores en los institutos, en casos plenamente justificados y para gastos de las escuelas con institutos”. En otro punto se acordó -a propuesta del señor Roberto Ramos- otorgar un voto de reconocimiento al señor tesorero de la Universidad licenciado Alfonso Ramos Bilderbeck por su atinada labor en ese puesto. El trece de febrero de 1953 el Consejo Universitario designó como Rector al Dr. e Ing. Nabor Carrillo Flores. En la sesión del Consejo Universitario del seis de marzo se acordó que el señor Rector, en la próxima sesión que efectuara el Consejo, presentase todos los antecedentes que existían acerca de los trabajos realizados para resolver el problema de la habitación de profesores y personal administrativo en la Ciudad Universitaria, a fin de que se creara una comisión para continuar el estudio de ese asunto. El ocho de octubre de 1953, se celebró la Asamblea Constitutiva de la Unión de Profesores de la Escuela Nacional de Ingeniería, que había sido promovida por los ingenieros Marco Aurelio Torres Herrera, Manuel Salazar y Arce y Heberto Castillo Martínez. El once de noviembre se realizó la Asamblea Electoral del STUNAM para Comité Ejecutivo, siendo elegida la siguiente Mesa Directiva: Secretario General, Pedro Armas Rojas; Secretario del Interior, Pedro Calderón Tapia; Secretario del Exterior, Lic. Xavier Molina Flores; Secretario de Trabajo, Conflictos y Escalafón, J. Luis Padilla Sánchez; Secretario de Organización y Propaganda, Oscar S. Frías Treviño; Secretario de Actas y Acuerdos, Gonzalo N. Vázquez M.; Secretario de Estadísticas y Finanzas, Ma. del Refugio Rentaría; Secretario de Acción Deportiva, Martín Moreno Millán. Consejo de Vigilancia y Fiscalización: Federico Barajas Lozano, Presidente; Alicia González y Alfredo Aldana Pérez, Vocales. Comisión de Honor y Justicia: Manuel Barranco Palacios, Presidente; Mauricio Mercado Soria y Porfirio Vielma Andrade, Secretarios. En diciembre de 1953, en apoyo a los familiares de los trabajadores, se estableció el Seguro del Empleado Universitario y se aprobó el Reglamento de su funcionamiento interno. Los primeros días del mes de enero de 1954 se solicitó a las Delegaciones Sindicales de todas las Dependencias Universitarias que hicieran llegar los nombres de los hijos de los trabajadores afiliados así como su edad, para elaborar la relación que se entregaba a las autoridades universitarias para otorgar los juguetes del Día de Reyes. El traslado a la Ciudad UniversitariaEste apartado versa sobre la situación por la que atravesaban los trabajadores docentes y administrativos luego de haber sido reincorporados al Régimen de Pensiones de los Trabajadores al Servicio del Estado. Si bien a partir de 1952 contaban con las prestaciones correspondientes como eran los préstamos a corto plazo, préstamos hipotecarios y, el más importante, el derecho a la jubilación, los salarios seguían siendo bajos y no contaban con servicio médico eficiente, incluso las prestaciones que habían logrado de las autoridades a veces eran desconocidas cuando tomaban posesión nuevos funcionarios. Además de la contratación del personal que laboraría en las nuevas instalaciones; el traslado del personal administrativo a esas instalaciones fue negociado con la dirigencia del STUNAM. Para 1953 existían 1793 plazas administrativas en la Institución y en 1954 se incrementaron a 2204, debido a las nuevas instalaciones en la Ciudad Universitaria. Pedro Armas Rojas realizó innovaciones en la práctica sindical y en enero de ese mismo año la dirigencia del STUNAM contrató, como regalo de Día de Reyes para los hijos de los trabajadores, la exhibición de una película infantil en las instalaciones del Cine Palacio Chino que se realizaría el sábado dieciocho de enero a las 9 A.M.
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