Legado Sindical No. 3 Nueva Época
Enero de 2010
|
||||
Por medio de un nuevo volante los afiliados se pronunciaron de la siguiente manera: "Los que suscribimos, miembros de la Unión de Empleados de la Universidad Nacional Autónoma, informados de que el Rector de la misma al ser sorprendido por las maniobras de los malos elementos de nuestra agrupación sindical, y obrando sin comprobar los cargos dolosos que presentaban dichos elementos, ha dictado el cese del puesto que ocupara en la Universidad nuestro compañero Diódoro Antúnez, Secretario General de esta Unión, hacemos presente nuestra protesta desconociendo al señor Rector facultad alguna para calificar de desleales las actividades sociales de cualquier de los miembros de nuestra agrupación". Y agregaban "pedimos que se consigne este caso a la Comisión de Justicia respectiva, a fin de que los responsables de la maniobra a que hacemos alusión y que tiende a disolvernos, reciban el castigo que merezcan poniendo así punto final a esa labor de intrigas, contraria en absoluto a los principios fundamentales que nos rigen. 23 Ante las protestas de la Unión de Empleados, el Rector intentó acusar a Diódoro Antúnez Echegaray de quererse abrogar el poder de decidir quién trabajaría en la Universidad y quién no. Esto no fue aceptado por los afiliados a la Unión porque conocían bien la propuesta que hizo y la honestidad de su dirigente, razón por la que le tenían respeto. Diódoro Antúnez demandó a la Universidad, ganó su reinstalación y fue indemnizado, siguió siendo considerado en su puesto pero ya había finalizado su periodo y como la Universidad continuó con su proyecto de reajustar al personal, cedió su lugar y se convocó a elecciones. El 19 de febrero de 1932 se eligió a una nueva Mesa Directiva que encabezaba el Coronel retirado Manuel Vázquez Cadena, quien laboraba en la Biblioteca Nacional. Para entender porque el Rector Ignacio García Téllez firmó un Contrato Colectivo de Trabajo es necesario conocer el siguiente fragmento del Acta de la Asamblea Extraordinaria de la Unión de Empleados de la Universidad Nacional del19 de febrero de 1932: "... M. Vázquez y dice que también en la Biblioteca Nacional la mayor parte de los compañeros aceptaron la rebaja en sus sueldos para evitar que varios se quedaran sin trabajo y como se propusiera y discutiera la conveniencia de proponer a la Rectoría hacer un descuento a los sueldos de todos únicamente por la cantidad necesaria para cubrir el importe de los rebajos, sólo se aprueba hacer gestiones porque se den los puestos que no sufrieron rebajas a los unidos haciendo cambios con los extraños a la Unión y que no se admitan más socios hasta que esté totalmente resuelto el problema de los sueldos para no crear más conflictos entre la Unión y las autoridades universitarias. Proponiendo algunos compañeros que se lleve desde luego a Conciliación la demanda por no haber firmado hasta ahora, no obstante repetidos ofrecimientos de la Rectoría, el contrato colectivo de trabajo, sugiere, y así se acepta, el compañero R. Pimentel que el nuevo Comité que resulte electo haga una nueva instancia al Sr. Rector pidiéndole firme el mencionado contrato y si no se obtiene dicha firma entonces proceder a la demanda.- ...Se procede a las elecciones de nuevo Comité, eligiéndose antes una comisión electoral siendo designados los compañeros Pedro Rivas M., Velino Ramos y Mariano Madariaga. Después de algunas discusiones se aprueba que las elecciones no se hagan por planillas sino por cada cargo. Así se empieza por la de Secretario General resultando electo el compañero Manuel Vázquez, de la Biblioteca Nacional.24 Hasta aquí ese fragmento del Acta. A continuación se completa la relación de los nuevos dirigentes de la Unión de Empleados electos en esa fecha: Secretario General, Manuel Vázquez Cadena; Secretario del Interior, Gustavo Escobar; Secretario del Exterior, Manuel Perches; Secretario de Justicia, José Meixueiro Bonola; Secretario de Hacienda, Manuel Barranco (a quien después sustituiría Víctor Manuel López); Secretario de Trabajo, Miguel Saldaña B.; Secretario de Legislación, Jesús E. Robles (luego lo sustituiría Próspero Macoféle):25 Como se aprecia, Diódoro Antúnez había sentado las bases con las autoridades universitarias para que se firmara un contrato colectivo de trabajo, por lo que se les solicitó la firma de este instrumento de regulación laboral o la Universidad sería demandada ante la Junta Central de Conciliación. Hay que recordar que, según se desprende de lo tratado en esa Asamblea Extraordinaria, el ofrecimiento del Contrato Colectivo de Trabajo había partido del propio Rector Lic. Ignacio García Téllez. Finalmente y luego de algunas negociaciones el 26 de febrero se firmó el primer Contrato Colectivo de Trabajo entre la Universidad Nacional y la Unión de Empleados de la misma, documento que signaron el Rector Lic. Ignacio García Téllez "con carácter provisional pues deja la aprobación definitiva del convenio al Consejo o a la Gran Comisión de la Universidad" y el Secretario General de la Unión de Empleados de la Universidad Nacional, Manuel Vázquez Cadena.26 EI Contrato se depositó ante la Junta Central de Conciliación el día 1° de marzo, fecha en que comenzó a tener efectos legales según el artículo 45 de la Ley Federal del Trabajo. En el Contrato Colectivo se estableció lo siguiente: "para los efectos de este contrato y de acuerdo con los artículos 4°. y 232 de la Ley Federal del Trabajo en lo sucesivo a la Universidad Nacional Autónoma se le nombrará patrón y a la Unión de Empleados simplemente sindicato". El Contrato constaba de 36 a cláusulas divididas en trece capítulos y un artículo transitorio, que e indicaba que "este contrato entra en vigor con esta fecha 26-II-32". El Contrato Colectivo de Trabajo se dividía en los siguientes rubros: Dependencias; Horarios; Cantidad y calidad del trabajo; Vacantes; Tiempo extra; Supernumerarios; Cláusula sindical; Reajustes; Defunciones; Riesgos y enfermedades; Descuentos; y Transitorio. El 16 de marzo, luego de una extensa discusión en la sesión del Consejo Universitario en la que intervino Vicente Lombardo Toledano apoyando la idea de que la Universidad debía firmar un Contrato Colectivo de Trabajo con el sindicato, el Rector García Téllez le solicitó a la Gran Comisión del Consejo Universitario que designara a una Comisión para que formulasen dos proyectos: uno relativo a las funciones, obligaciones y derechos de los Directores de las Instituciones Universitarias, y otro concerniente a los empleados de la Universidad que estaría relacionado con un Contrato Colectivo de Trabajo. La Comisión en cuestión estaba integrada por el Lic. Vicente Lombardo Toledano, Director de la Facultad de Derecho (y quien entonces era Secretario General de la Federación de Sindicatos Obreros del D.F. a la que estaba afiliada la Unión de Empleados), el alumno de la Facultad de Derecho, José Muro Méndez, y el Lic. Gabino Fraga, ayudante de la Comisión. En los días en que se dio la firma del Contrato, y dado que como ya vimos- se discutía en el Consejo Universitario lo concerniente al mismo, el 17 de marzo en sesión de la Gran Comisión del Consejo Universitario se trató lo referente al pago de las indemnizaciones a los trabajadores que habían sido reinstalados por la Unión de Empleados. La Junta Central de Conciliación y Arbitraje dictaminó que si la Universidad no pagaba se le haría un embargo. Lo anterior fue dado a conocer por el Secretario General de la Universidad, Ing. Joaquín Gallo. El hecho molestó a varios de los consejeros, en especial al representante estudiantil de la Facultad de Derecho, Antonio Armendáriz, quien en tono agresivo manifestó lo siguiente: "que se declare de una vez por todas que no se pagará ni un centavo de indemnización... si no se cuenta para lo más ingente, menos para pagar a empleados que no pueden seguir dentro del exiguo presupuesto universitario", y más adelante, agregó que: "Es preferible que se muera de hambre un individuo y no que se muera la Universidad"27 El 20 de marzo se realizó una nueva sesión de la Gran Comisión del Consejo Universitario en la que "el señor Rector informa a la asamblea respecto del problema motivado por las recientes resoluciones de la Junta de Conciliación y Arbitraje y se da lectura a las tesis que, después de un cambio de impresiones con el mismo señor Rector, presenta el licenciado Esteva Ruiz sobre la situación jurídica de la Universidad, sosteniendo que la Universidad no es un patrono de derecho privado, sino una corporación pública, con personalidad propia y con función social de servicio público realizado mediante la descentralización administrativa, por lo que sus empleados no son empleados de empresa comercial, ni empleados federales, son empleados de la Universidad, es decir, reglamentan su situación no por la Cámara de Diputados sino por el Consejo Universitario. Se aprueba la tesis del señor Esteva Ruiz que está de acuerdo con los puntos de vista de la Federación de Estudiantes sobre el particular y quedan, por lo tanto, en suspenso el Contrato Colectivo de Trabajo que con carácter provisional había firmado el C. Rector de la Universidad, con la 'Unión de Empleados'. La Gran Comisión declara que respaldará en todo las resoluciones que tome el señor Rectorl.28 Esta situación fue la que causó que el Rector diera marcha atrás a la firma del Contrato Colectivo de Trabajo. Vicente Lombardo no se encontraba presente en la sesión del día 20 cuando se presentó esa propuesta de Esteva Ruiz; renunció a la Comisión porque él ya había expresado sus puntos de vista en favor de que se firmara el Contrato Colectivo de Trabajo y manifestó que no quería contradecirse porque se traicionaría a sí mismo; fue sustituido por Luis Chico Goerne. Debemos mencionar que en el acta de la sesión de la Gran Comisión del Consejo Universitario del 16 de marzo, en la intervención de Lombarda Toledano, se hace mención de lo siguiente: "El Secretario General del Sindicato fue cesado, según entiendo; no sé hasta qué punto estoy informado de la situación, no se firmó el contrato o por lo menos el Consejo Universitario no conoce el Contrato". Por lo que se deduce que el Rector no cumplió con lo que se asentó en el Contrato Colectivo, en el sentido de que sería aprobado por el Consejo Universitario y por la Gran Comisión del Consejo Universitario. Así, un paso que se había dado en firme para regular las relaciones laborales en la Universidad Nacional con un Contrato Colectivo de Trabajo que había sido presentado por el mismo Rector, fue rechazado, y pasarían casi 50 años para que el asunto quedara resuelto. En los documentos, publicaciones y actas de asambleas de la Unión de Empleados se puede apreciar la molestia por haber dado marcha atrás a la firma del Contrato Colectivo de Trabajo, que como ya se mencionó había sido propuesta por la propia Rectoría. Página 2 del oficio que con fecha 23 de abril de 1932 emitió el comité ejecutivo de la Unión de Empleados de la Universidad Nacional, dirigido a la FSODF: "... más fiel cumplimiento de lo pactado. 6.)- Nuestras protestas y demandas para nada ha sido atendidas pues hasta este momento no recibimos contestación alguna concreta. Más por la prensa primero y hoy por este oficio de la Rectoría No. 02-1576 Exp. 02.000(072)/-5. de fecha 21, que acabamos de recibir nos dan a conocer seguramente como una contestación a nuestras demandas, los acuerdos tomados por la Gran Comisión del H. Consejo Universitario de la noche anterior. Y en verdad no salimos de nuestro asombro ante la actitud de franca rebeldía a la Ley. Los Tribunales y el Gobierno mismo que entrañan tales acuerdos, tendientes a desconocer toda obligación moral y legal con el personal, ya que respaldando a la Rectoría ponen nuestra suerte en sus manos sin más norma que su capricho como hasta aquí ha sucedido. 7).- Esos acuerdos, excelentes dada la sana intención que se invoca para justificar su exposición, siendo violatorios de nuestros derechos como trabajadores y un movimiento de reacción contra el texto expreso de las leyes, de los contratos hechos conforme a estas, emanadas todas de los ideales revolucionarios y de adelanto social en cuya demanda tanta sangre se ha derramado, protestando en su contra y pedimos a las autoridades competentes las garantías a que tenemos derecho, que hagan respetar las leyes, conquistas de la revolución, y a las organizaciones similares, solidaridad y ayuda. México, D.F:, 23 abril de 1932. EL SECRETARIO DEL TRABAJO. Rubrica Miguel Saldaña E.,29 Un mes después del fallo de la Junta Central de Conciliación, como la Universidad no había pagado las indemnizaciones, se presentó un actuario de la Junta con el fin de embargarle a la Institución lo necesario para cumplir con las indemnizaciones y se dirigió con los quejosos a las oficinas de la Rectoría, pero estas ya estaban custodiadas por estudiantes de la Facultad de Derecho que les impidieron el paso.30 Tres días después, por medio de un manifiesto la Federación de Estudiantes del DF comentó los sucesos del 16 de abril y señalaba que: "se hace responsable ante cualquier acción legal que la Junta Central de Conciliación y Arbitraje pretenda seguir contra los estudiantes, aclarando que se había prevenido a las autoridades de la misma Junta Central de que los estudiantes habían resuelto emplear la acción directa cuando sus empleados pretendieron embargar a la Universidad". Esto provocó que surgiera un sentimiento antisindical y varios de los miembros del Consejo Universitario propusieron "Autorizar al Rector para que declare en suspenso el Contrato Colectivo de Trabajo que se celebrara con la Unión de Empleados de la Universidad".31 aunque, como vimos anteriormente, eso ya había sucedido desde el 20 de marzo. Posteriormente, en el siguiente fragmento del Acta de la Asamblea Extraordinaria de la Unión de Empleados de la Universidad Nacional de julio de 1932 se puede apreciar lo siguiente: "... y arbitraje, lo que ha motivado que pidamos amparo contra de sus actos ante el Juzgado 5° de Distrito, en donde tendrán verificativo la audiencias de derecho el 9 del próximo septiembre, lo que nos está originando fuertes gastos a los que hay que hacer frente si queremos tener probabilidades de éxito. La discusión de cómo hacer frente a la situación, se dejó para la presentación de cuentas. Informó de nuestras cordiales relaciones con la Federación en cuyo edificio estamos, sin costo alguno más del de la cuota sindical de diez pesos mensuales que se nos tiene asignada. Hizo notar cuán importante es conservar el contacto con ella así como con la Cámara del Trabajo, de cuya institución tanto esperamos" “A continuación pasamos al número IV: Comisión de Escalafón. Renuncia de uno de sus miembros. Informa el Secretario General de la renuncia que tiene presentada uno de nuestros representantes, el compañero Ricardo Martínez Amat, y hace hincapié en la situación anormal en que nos encontramos respecto del funcionamiento de esa Comisión al par de la situación de conflicto que imposibilita toda acción efectiva de la misma, por lo que cree que lo más cuerdo es retirar nuestra representación. Discutido el punto, se acuerda no aceptar la renuncia del compañero Martínez Amat y sí declarar insubsistente nuestra representación en virtud de estar en suspenso la vigencia del Contrato Colectivo de Trabajo...y en la que estamos representados por los compañeros Xavier Chávez M. y José Meixueiro Bonola, delegados propietario y suplente, respectivamente, y cuyas credenciales ya fueron aprobadas en la Asamblea que la Cámara celebró el 18 del actual. Igualmente mencionó la formación de la 'Unión de Empleados de la Dirección de Pensiones Civiles de Retiro', con las que estamos en relaciones, habiendo formado a nuestro lado en la manifestación obrera del 24 pasado. Nos llamó la atención acerca de la trascendencia económica que para nosotros tienen los acuerdos tanto de la Federación como de la Cámara, ya que hasta este momento no hemos dado cumplimiento al pago de cuotas solidarias para ayuda de otras agrupaciones que así lo requieren o para casos de huelga. No tomándose resolución alguna, se continuó el informe en lo relativo a la situación económica de la Unión. Dio lectura a los cortes de Caja de las cuentas que presentó correspondientes a los meses de abril, mayo y junio, que fueron aprobados sin discusión. Para hacer frente a los gastos extraordinarios y, principalmente bajo la idea esbozada por el compañero Joaquín Díaz Mercado de que debemos tener un fondo de resistencia para estos casos, y para cuya creación propuso se cobre una cuota extraordinaria de medio día de sueldo, cosa inadmisible por excesiva, animándose la discusión en que tomaron parte los compañeros Ortiz, Moreno, Bravo, Núñez Landa, Martínez Portillo, el preopinante y otros, aceptose al final por unanimidad la proposición del Secretario General, quien llamó la atención acerca del adeudo que muchos compañeros tienen con la Unión por no haber pagado todas sus cuotas el año anterior consistente en que se cobren esas cuotas atrasadas poco a poco y, además, una cuota extraordinaria de cincuenta centavos en sueldos hasta de tres pesos al día y de un peso para sueldos mayores. Finalmente, dio cuenta con el pago de los "seguros" por el fallecimiento de los compañeros José Vázquez, de la Preparatoria, y Camilo Vargas, de Química, pago hecho a los familiares de los finados previas investigaciones del caso, ya que ninguno tenía hoja testamentaria. A las hermanas del primero se entregaron $862.60 cs. y a la viuda del segundo $869.63 cs. Informó también de las dificultades que se han presentado con motivo del "seguro" del último fallecido, Juan Rivera, ya que lo disputa a la viuda la madre del finado, habiendo acudido en vía de queja hasta las autoridades universitarias, como si estas tuvieran intervención en el asunto. Sin embargo, este caso también ha traído su desorientación en el Comité, ya que hasta nuestro futuro abogado, actual Secretario de Justicia, el inteligente compañero José Meixueiro Bonola, también cree que tiene derecho la reclamante, opinión que no comparte el suscrito, por lo cual consultó el caso con el abogado que nos patrocina en el amparo Lic. Salvador Sandoval, quien opina que no hay conflicto puesto que no se trata de un intestado, ya que el dinero que se reclama no existe sino a posteriori, por la voluntad de los donantes y sin que se sepa su monto fijo, ya que este es la resultante también de esa voluntad, y es esta también la que nos indicara a quien debemos hacer donación de lo que se Colecte. En consecuencia, siguiendo el criterio ., establecido de dar el importe del Seguro a la persona que dependía directamente del compañero que muere, es a la viuda de Juan Rivera a quien debe entregarse éste. La asamblea, después de una breve discusión, dio su aprobación a lo hecho y, para evitar futuras dificultades, acordó que todos los socios que estén al corriente en sus pagos hagan su hoja testamentaria, particularmente los socios de nuevo ingreso. Se pasó al número III: Alta y baja de socios: Informe. Protesta de altas aceptadas. Desde luego se presentó el Dictamen de la Comisión de Ingreso, consultando la aceptación de diez socios activos y cinco supernumerarios, siendo aprobados por la Asamblea todos, excepto la señorita Josefina Barrios Tovar; supernumeraria, por no prestar servicio alguno dentro de la Universidad o sus dependencias, y haciéndose la excepción de la compañera Carmen García Barajas, por ser la empleada de la Unión. Los nuevos socios son, activos: Víctor Bello, de Artes Plásticas; Luis Blázquez López, Apolinar Hernández Serrano, Fabián León y Raúl Lozano García, de Geología; Margarita Lombardo Toledano, de Bibliotecas Universitarias; Miguel Rivero Quezada y Salvador Zavala, de Ingeniería; Rogelio Romero Morales, de Servidumbre; y Dolores Ruiz, de Veterinaria. Supernumerarios: Carmen García Barajas, de la Unión; Reyes Ortega, ex mozo de la Preparatoria; Ramón Arenas Durán, de Ingeniería; y Carmen Muñoz de Cote, de la Biblioteca Nacional. Enseguida informó de las renuncias presentadas: Una de Biología, la del compañero Antonio Sánchez, que desde luego se aceptó, y la de todos los compañeros de Odontología, excepto la compañera Emilia Rosas, única que queda de los doce socios que allí teníamos, manifestando que ve esa actitud de los compañeros citados muy sospechosa de ser la resultante de una maniobra disolvente, como otras muchas que ya se han intentado contra la Unión. La Asamblea, haciéndose eco de los temores del Secretario General y enterada de que la renuncia de esos compañeros es colectiva, después de breve discusión acordó no se acepte y se pase a la Comisión de Justicia, para que investigue que hay en el fondo a fin de poder resolver. Se pasa al número v: Proyecto de Cooperativa de Crédito, pero acuerda la Asamblea se aplace para la próxima sesión. Continuamos con el número VI. Asuntos Generales, se da lectura a la renuncia que de su cargo presenta el compañero Secretario del Interior y Actas, Gustavo Escobrar; pero pide la palabra el compañero Joaquín Díaz Mercado haciendo un caluroso elogio del dimitente pide a la Asamblea no consienta en su separación, y ésta así lo acuerda por unanimidad, renovando su confianza en el interesado, Díaz Mercado, hace una exposición del asunto, se acuerda que el Comité Ejecutivo gestione ante la Rectoría que se tome en cuenta la opinión de los Empleados en el estudio que se sabe, se está haciendo o se va a hacer acerca del destino que debe darse a los fondos del personal de la Universidad, existentes en Pensiones, ya que somos quizá. 32 El 9 de marzo de 1933 se llevó a cabo la Asamblea Electoral y resultó triunfador el siguiente Comité Ejecutivo: Secretario General, José Meixueiro Bonola; Secretario del Interior, Rafael Moreno; Secretario del Exterior, Fabián León; Secretario de Trabajo y Previsión Social, Ricardo Chávez; Secretario de Hacienda, Raúl Alhadro; Secretario de Justicia, Joaquín Núñez Landa; Secretario de Legislación, Jesús Martínez Portillo.33 Meses más adelante el Secretario General, José Meixueiro Bonola, planteó que la mejor forma de avanzar era la de transformar a la organización en un Sindicato y procedió a hacer labor entre algunos de los empleados. En la Universidad se desarrolló el Congreso de Universitarios Mexicanos del 7 al 14 de septiembre, al término del cual, debido a las conclusiones, se inició un conflicto estudiantil que culminó con una huelga y con la caída del Rector de la Universidad, Ing. Octavio Medellín Ostos, y del Director de la ENP, Vicente Lombardo Toledano. Durante el conflicto Meixueiro Bonola convocó a los trabajadores administrativos a fundar una nueva organización, por lo que el 18 de octubre de 1933 se constituyó el Sindicato de Empleados y Obreros de la Universidad Autónoma de México (SEOUAM); eran momentos en que a la Universidad se le retiraba el carácter de Nacional y se le imponía una nueva Ley Orgánica. En la mencionada Asamblea Constitutiva se eligió a las siguientes personas para ocupar los puestos de la Mesa Directiva: Secretario General, José Meixueiro Bonola; Secretario del Interior, Rafael Moreno; Secretario del Exterior, Antonio Herrera; Secretario de Hacienda, Ignacio Ramos Méndez; Secretario de Trabajo, Miguel Saldaña; Secretario de Legislación, Diódoro Antúnez Echegaray; Secretario de Justicia, Salvador Ortiz.34 El SEOUAM solicitó su registro ante el Departamento del Trabajo y se le concedió. Sin embargo, la mayoría de los trabajadores no estuvieron de acuerdo con esa nueva forma de organizarse y se pronunciaron por no aceptarla, por lo que desconocieron al Comité Ejecutivo del SEOUAM y decidieron continuar como Unión de Empleados de la Universidad Nacional. El 6 de noviembre de 1933 se realizó una Asamblea en la que se desconoció a Meixueiro Bonola y se eligió a una nueva Mesa Directiva que se integró de la siguiente forma: Secretario General, Fabián León; Secretario del Interior, Manuel Vázquez Cadena; Secretario del Exterior, Ángel G. Ochoa; Secretario de Justicia, Genaro Padilla O.; Secretario de Hacienda, Crisóforo Vega; Secretario de Trabajo y Previsión Social, Ricardo Chávez; Secretario de Legislación, Manuel Martínez Portillo.35 Esta determinación hizo que muchos de los trabajadores entraran en confusión y la vida sindical entró en receso, a pesar de que Fabián León hizo lo posible por darle continuidad. El 1° de mayo de 1934, apareció un cartel de la FSODF en el que se hacía patente la situación por la que atravesaba el movimiento obrero del país, en especial el panorama que se vivía en la Cámara del Trabajo del DF y la Cámara Nacional del Trabajo y las irregularidades en que estaban cayendo los dirigentes de ésta. En ese cartel aparecía la relación de las organizaciones que estaban afiliadas a la FSODF y ahí se incluía a la Unión de Empleados, con Fabián León como su Secretario General.36 El 5 de octubre de 1935 se eligió a los primeros representantes de los empleados ante el Consejo Universitario: Joaquín Díaz Mercado, Octavio Lozano y Miguel C. Barranco. El 22 de noviembre de 1935 en Asamblea General de la Unión de Empleados de la Universidad Nacional se hizo un análisis de la situación por la que atravesaba la organización y luego de varias discusiones se decidió realizar la elección de un nuevo Comité Ejecutivo; ahí se eligió a Daniel Bravo Chávez, un trabajador con mucho carisma y gran energía en su voz que logró el apoyo de los trabajadores. Bravo Chávez era Secretario de la Escuela Nacional de Medicina Veterinaria; sin embargo, le molestaba mucho la forma despectiva con que se trataba a los trabajadores y tomó la decisión de luchar en beneficio de ellos y contra la falta de una regulación de las relaciones laborales en la Máxima Casa de Estudios. Ahí se decidió que, en vista de los trámites hechos por quienes habían constituido al Sindicato de Empleados y Obreros de la Universidad Autónoma de México (SEOUAM), lo más adecuado era retomar el nombre de esa organización y disolver a la antigua Unión de Empleados. Para entonces, el SEOUAM seguía afiliado a la Federación de Sindicatos Obreros del Distrito Federal y a la Cámara Nacional del Trabajo. Aquellos eran tiempos de reorganización del movimiento obrero del país y se vislumbraba la conformación de una gran central obrera, con la participación de la gran mayoría de los sindicatos de toda la República Mexicana. En la elección de la nueva mesa directiva resultaron designados los siguientes trabajadores: Secretario General, Daniel Bravo Chávez; Secretario del Interior, Carlos Vázquez; Secretario del Exterior, Francisco Gaitán; Secretario de Trabajo, Francisco Sánchez; Secretario de Hacienda, Salvador Ortiz; Secretario de Justicia, Joaquín Núñez Landa; Secretario de Legislación, Francisco Monterde:37 Así terminaba la primera etapa de la historia del Sindicalismo en la Universidad Nacional. 1 Ley Constitutiva, Leyes Orgánicas y Estatuto de la Universidad Nacional Autónoma de México. Imprenta Universitaria, UNAM. México, 1945 p. 10 |
||||