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CUADERNOS DE EDUCACIÓN SINDICAL # 53

VERDADES DE UN MENTIROSO
Alfonso Martínez Zúñiga

 
   

 

Secretario General: Agustín Rodríguez Fuentes
Secretaria de Prensa y Propaganda Guadalupe Gamboa Ortiz
Elaboración de los Cuadernos: Alberto Pulido Aranda, Agustín Castillo López,
Armando Altamira Gallardo, Ángel Granados Velasco
y Amparo Almazán.
Diseño Formación y Captura: Gabriela Esther de Dios López.
Impresión: Nicolás Arnulfo Jiménez Galindo y Pedro Arnulfo Jiménez.
Trabajo de Apoyo: Gabriel Caballero y Fidel Reza.
Distribución gratuita: editados por la Secretaria de Prensa y Propaganda del STUNAM
Enero de 1998

   
     


CENICIENTA

El maravilloso cuento infantil arroja luz sobre el origen, actualidad y desaparición de una actividad que ha persistido durante todo el desarrollo de la humanidad.

La bella de los ojos rosas, la más célebre cortesana de Egipto, se bañaba un día en el Nilo. Había dejado sus vestimentas y sus zapatos en la orilla, al cuidado de sus sirvientas. Pero he aquí que un águila, desde lo alto del cielo, cae sobre uno de los zapatos y lo transporta a través de los aires. Era el momento en que el rey, rodeado de sus consejeros, impartía justicia frente a palacio. El zapato, escapa del pico del águila, cae entre ellos. El lo examina, admira la fineza de la tela, la elegancia del trabajo y todo el ritmo de ese objeto delicado. Y pensando que el vuelo del pájaro era dirigido por una voluntad superior, de inmediato, olvida a sus consejeros y clientes y hace buscar por todo el reino a la mujer que posee el otro zapato, a quien desposa. Ella sobrevive a su esposo y reina siete años todavía, Su cuerpo fue depositado en la tercera de las grandes pirámides de Giseh.

No hay barrio sin ramera como no lo hay sin niños jugando fui en las calles. Amelia, con sus vestidos tan llamativos por su brevedad como por su colorido, salía al mercado de la vecindad en que vivía. Los niños, por incitación de uno de ellos, la siguen hasta la esquina gritando a coro;

- ¡Amelia es puta!
- ;Amelía es puta!
Ella les arroja piedras y:
- Vas a ver cabrón escuincle!

Cuando regresa, los niños están a punto de meter un gol y no la ven llegar. Pero, al poco rato, la pelota se mete hasta el fondo de la vecindad y Gerardo entra por ella, en tanto la busca, lo agarra Amelia y lo mete a su covacha cerrando la puerta entre risotadas:

- Ahora si me las vas a pagar todas juntas!
En un instante Gerardo quedó completamente desnudo.
-- Estése quieta pinche Amelia!
- jEstese quieta pinche Amelia...!
-- jEstese quieta...!
- ¡Amelia!
¿Será verdad lo que me contó el negro Nicolás?
¿Será verdad?
- En Cuba ya no quedan ni las Cenizas.

EL TRUEQUE

Tuve que recibirlo, cuando ella dice ¡es tuyo! no se puede agregar una sola palabra más y aquí estoy con mi caimán, de cola negra como el chapopote, bajo el brazo, camino al muelle donde barcos gigantescos de diferentes nacionalidades se amontonan como avispones en panal.

De pronto un vocerío estalla en un barco - por cierto el más grande entre todos— y sale de él un hombre a toda prisa lanzando gritos en su lenguaje extraño hasta alcanzarme.

Acariciaba maravillado mi caimán, que de tan recién disecado estaba oloroso; casi se le caían los ojos de la cara por abrir desmesuradamente los párpados y me sonreía exageradamente -- no entendía nada de lo que decía - pero era muy claro lo que quería.

Entablamos una interesante conversación en la que yo respondía afirmativamente a todo lo que él decía — lo cuál no dejaba de ser divertido --; en tanto sentía un cariño inmenso por mí caimán de piel viridia que irradiaba brillo y color abrasador, pero el extranjero ya lo tenía agarrado por la cola y sólo lo soltó para regresar, inmediatamente, con una T.V. a color.

Lleno de arrepentimiento y con la firme convicción de que me habían estafado, me quede pensando en las futuras transformaciones del maravilloso caimán mientras el barco viraba al norte:
- caimán por la lancha con motor fuera de borda.
- caimán por chalet.
- caimán por avioneta.
- caimán por...

LOS TEMORES DE ERENDIRA

Después del metro, un pesero a San Ángel y de ahí otro que diga Anzaldo, que se va por avenida México después de pasar la Clínica 18 del IMSS, frente a la cafetería Tlaloc, en el número 1937. Tocas el timbre y yo abro-planteó Eréndira al enredado itinerario.

En cuanto abrió hizo una serie de ademanes que significaban: ¡Pasa! Y acto seguido un breve beso.

Habíamos quedado de acuerdo, por teléfono, que me iba a dar de cenar, pero como está comprobada su lentitud para comprender el lenguaje poético me pasó a la cocina y dijo: mejor unos mariscos y cerveza en Tlaloc... Yo, por supuesto, me negué e insistí en ver a la niña aunque estuviera dormida.

Ya en la recámara comenzó la cena: abrazos y besos cachondos, caricias en sus redondos senos y nalgas, y la niña.., a punto de despertar.- Salgamos a la sala Ulises —propuso Eréndira en el pasillo la tomé de la mano y la jalé hacia el fondo donde encontramos la tranquilidad deseada: La recámara de su hermana.

Seguimos con el plato fuerte: desnudos entre besos, caricias y mordidas sufrí, en el juego erótico, una lamentable caída fuera del terreno de las hostilidades, accidente que fue recompensado con una danza erótica en que Eréndira se reveló como un portento de Hetaira.

Después me platicaste tu historia en el más puro laconismo griego: a los 18 años me fui de la casa de mis padres a la que regresé dos años después con la niña; por ello y otras cosas están a punto de correrme. Si nos encuentran aquí se me arma un gran lío...

Y justo en ese momento llegan los maduros. Todo lo tratabas de hacer a un tiempo: te pones la ropa al revés, apresurada sales a recibirlos y con tono de generala dices: Vístete por favor Ulises:

Me muero de la risa de ver tus temores; busco a oscuras el suelo, bajo la cama, mis calcetines que en alguna parte se han escondido, al fin los encuentro junto con tu ropa interior que conservo desde entonces como recuerdo de aquella primera vez... Mientras me visto observó por la puerta entreabierta a tus padres moviéndose por la casa de su recamara a la cocina, por lo menos diez vueltas, no me parecieron tan violentos como tu dices: y cuando vienes por mí algo te detiene y te regresas. Es justamente cuando yo decidí que sería mejor acostarme, descansar, hasta que se durmieran los maduros y también tu hermana, en tu recámara, y esperarte pensando en ti intensamente.

Y así pasaron los meses; tú con tus temores, yo con mi lucidez viviendo en la casa de tus padres clandestinamente; tu hermana nunca se explicará por el gran cariño que le tiene a la niña, porque siempre le pedías que se acostara con ella y te cediera su recámara; tus padres, por la vida metódica de los maduros, jamás se percataran de nuestra vida subterránea. Yo los he visto cuchicheando y tal parecería que por nuestros múltiples descuidos —como aquella vez que tu padre se puso mis calzones- se darían cuenta, pero no pasa nada; es algo increíble, toda la casa habla de nosotros, hemos hecho el amor desde la cocina hasta la azotea pasando por todas partes, sin olvidar la recámara de los maduros.

Ahora debo apresurarme antes de que se despierten y además podría llegar tarde al trabajo. Le doy un beso a Eréndira que conforme a nuestra costumbre duerme desnuda y se me ocurre hacerle una broma para despertarla: ¡Ya me voy panzona!

LA FAMILIA DE LA TIERRA

Alfonsito está jugando al trompo igual que juega nuestro planeta, la Tierra — dijo la tía Irrma a su sobrina Juanita mientras el niño giraba sobre un pie.

Con cada vuelta que da la Tierra se produce un día y una noche cada 24 horas- explicó la tía haciendo girar la mano como si tuviera una naranja en ella.

Al ver que estaban hablando de él, Alfonsito le imprimió una velocidad vertiginosa al juego noche-día, pero al cabo de siete vueltas, el niño, sin dejar de girar, comenzó a dar vueltas alrededor de la tía avanzando con el otro píe, ante lo cual Juanita estaba maravillada. Ahora gira en torno a nosotros como si fuéramos el sol, afirmó la tía Irma y explicó: justamente así es como se producen las estaciones del año, primavera, verano, otoño e invierno, cada una de ellas con tres meses de duración.

Cuando se inicia la primavera la alegría llega con ella, los niños juegan a corretear mariposas multicolores, las flores se ponen lindas y comemos frutas muy sabrosas.

Después llega el verano con su lluvia traviesa que nos moja y nos enferma de catarro. Y más tarde comienza el otoño con sus malos modos de despeinamos y echamos polvo en los ojos envolviéndonos en remolinos y todos tosemos. Y cuando comenzamos a titiritar de frío es que llegó el invierno que a todos nos cae muy mal porque cuando salimos a jugar o pasear nos enferma de gripe y tenemos que cuidamos de él abrigándonos.

El planeta en el que vivimos, tiene como ustedes hermanos y primos: el Sol es el hermano mayor y la Luna es la más pequeña de la familia”, dijo la tía Irma.

Al Sol, la Luna y la Tierra les encanta jugar a las escondidas. Cada seis meses, según el juego, se alinean; el Sol, la Tierra y después la Luna o bien el Sol, la Luna y al último la Tierra. Al quedar así alineados la Tierra le tapa el Sol a la Luna y entonces gana el juego “eclipse de Luna’, pero si la Luna se interpone tapándole el Sol a la Tierra, triunfa el “eclipse de Sol”.

Otro miembro de la familia es el Cometa, vago y travieso, que viene a jugar cuando se le da la gana, pero sin falta cada 75 años. Cuando llega quiere que el Sol, la Luna y la Tierra junto con los demás planetas (Mercurio, Venus, Marte, Júpiter. Saturno, Urano, Neptuno, y Plutón) dejen de jugar a las coleadas, juego en el cual el Sol arranca a correr agarrado de la mano con todos los demás planetas, recorriendo círculos apachurrados alrededor del Sol.

El cometa siempre quiere jugar a los choques corriendo al revés que la Tierra, la Luna y los demás planetas y por ellos siempre nos inquieta.

Los amigos de los niños les llamaron desde el patio para jugar y después de un buen rato Juanita entró corriendo a la casa con el chisme caliente”: Alfonsito está llorando porque le salió sangre de las narices, jugó al cometa y chocó con todos los planetas...

ACTO DE ILUSIONISMO

Salud...
Después de lo que me contó, quedé convencido; me pidió la pistola con la que, acto seguido, balaceó al vendedor de la lotería que nos ofrecía un billete con esa insistencia que los caracteriza. Salud...

Parecía que estuviera convaleciendo de todas las enfermedades juntas.

Salud...
Supongo que todo ha sido normal para ti durante estos años, es decir el trabajo, la familia, el sindicato,... ¡La Política!

En fin, todo normal. Así que déjame decirte lo que he concluido en todo este tiempo, es por lo demás muy simple: “Lo bueno y fácil es malo”. Poco después de la última vez que nos encontramos me dedicaba al negocio de las mudanzas, que era una chinga de sol a sol, pero me permitió comprar tres camionetas chicas usadas y poner dos ‘al tiro” con mucha “talacha’ y así la iba pasando lleno de trabajo, hasta que se me ocurrió comprar un billete de lotería que sacó el premio mayor -- ¡olvídate hermano del trabajal diario al ocioso millonario!
Salud...

Desde entonces lo mejor de lo mejor en todo - mujeres, vinos, Acapulco, etcétera;- a la familia la dejé de ver por un año y medio aproximadamente, no leía los periódicos, vivía de noche y dormía de día y como esto todo. Toda mi vida se transformó y poco faltó para que se transformara completamente. En una ocasión fui por uno de mis camiones al garage, al filo de las doce de la noche, había tomado y quería ir a Cuernavaca a tomar más con mis amigos, por más que quise no pude entrar y nunca se me hubiera ocurrido brincarme la barda pues cuando estaba arriba me percaté de que me encontraba convertido en un fantástico faquir que efectuaba el prodigioso acto de ilusionismo: Flotando sobre puñales de cristal.
Salud...

En la mañana me encontraron entre uno de mis camiones y la barda, con una herida desde el sobaco hasta la mano derecha y con una sola gota de sangre que me permitió vivir; ni todo el premio de la lotería me sirvió para curarme. Pero hermano, todo tiempo futuro será mejor.
Salud...

HUELGA FALLIDA

Todo había pasado tan rápido que era difícil meter orden en todo este lío.
Ángel seguía afirmando, tras las rejas,

lo mismo que dijo cuando llegó la policía: ¡es un problema laboral!
Sólo quería que Roque nos pagará el salario mínimo a que teníamos derecho como empleados de mostrador de farmacia; según decía el periódico — afirmó Chano.
¡Todo ha subido! ¡Ya no alcanza! --dijeron a la vez.
El Roque no me “caía” desde que anduvo con la Tere después de que la dejé, claro que yo me la conquisté sin dinero, hasta ¡mi negro santo! me decía --dijo Chano.

Todo esto llevó las cosas al límite: Chano tomó toda la noche en la farmacia y a eso de las 9 de la mañana no abrió, permaneciendo dentro; como a las 11 horas llegó Roque y poco después Ángel, llamándole para que abriera y él no abría por quien sabe que razón. Después de varias horas al fin abrió y de inmediato Roque le dijo: ¡estas despedido, tú ya no trabajas aquí! Le dio 1,500 pesos de “retirada”.

Inconforme con tan poco dinero después de tantos años de trabajo en la farmacia --Chano-- le pidió más.

Roque solo agregó ¡Lárgate

Chano, indignado, sacó su pistola, tomó el dinero de la caja registradora --sólo 2,000 pesos, por ser apenas las 12 de la mañana-- y se fue a su casa.

Apenas desapareció en la esquina Roque --que no dejaba de temblar de los pies hasta los dientes-- llamó a la policía que apareció al poco rato: un teniente (el 55): blanco y panzón y su escolta (el 473), prieto y rudo entrando como gatos.

Roque declaró que Chano estaba drogado y que era un ladrón.

Ángel --sin que le preguntaran-- aclaró que no estaba drogado que sí habla tomado y que no era un robo sino un problema laboral. ¡Yo vine por un robo y no por un problema laboral para eso están los tribunales laborales, el 55 volteo a ver a Roque y buscando su aprobación agregó: ¡él es el que te da de comer! Así parece! Contestó Ángel agregando en voz baja ¡Pero nada más parece! ¡cual es el domicilio de tu amigo! --Preguntó el 55, enojado, a Ángel, éste, sonriendo, contestó: ¡No lo conozco!

A una señal imperceptible Ángel fue llevado, violentamente, por el 473 hasta el carro de los agentes.

Uno por robo a mano armada y otro por cómplice --Uno y otro-- ¡jodido! Uno por un problema laboral y otro por solidarizarse --Uno del otro ¡compañero!

LOS SESENTA Y OCHO

Mientras esperábamos a Cipriano llegaron todos los periódicos:

Armando se abalanzó sobre el Heraldo de México, tomo la sección de sociales y el resto se lo dio a Gonzalo, Enrique tomó El Día y Novedades, y se fue a sentar con el Gavi. Joseito les arrojo El Novedades a Pablo y La Prensa a Juan, puso El Sol en el sobaco y silbó una tonada vernácula.

Herminio y Gullo se disputaban La Afición después de tomar el Esto y Ovaciones respectivamente.

Sólo le dejaron a Julián la democracia cristiana, Excélsior, que a falta de algo mejor no estaba mal.

Fuimos informados de que por lo pronto, ninguno de los detenidos tiene derecho a fianza; acusados de los delitos de robo de autobuses, secuestro y amenaza en contra del chofer, injurias en contra de funcionarios públicos Y resistencia de particulares. Todos ellos cometidos en pandilla. Afirmo Gavi.

Cuando lo trajeron se metió hasta el fondo de la celda.
--¿Qué pasó. Cipriano --le preguntó alguien.
- Me golpearon para que les dijera quién e el líder: No les dije nada
--Sí a mí me golpearan, no les diría nada --dijo Enrique.
-- A ti. Respondió Julián tendrían que golpearte y darte más golpes para que te callaras, para que dejaras de hablar.

- ¿Y qué, tú no dirías nada si te dieran una golpiza? --dijo el Gavi de por el hombro de Enrique.
-- No, no, no… Diría que no hay lideres porque las decisiones se toman en asamblea cuando alguien propone algo —respondió Doblados de la risa Herminio y Gullo burlándose de Julián.
Armando y Gonzalo gritaron:

-- ¡Estos bueyes, todavía ni les pegan y ya están llorando!
Todos reímos de buena gana.
Al alimón, como si no sólo fueran del mismo pueblo sino que nacieron pegados” Gavi y Enrique” dijeron.

---iLa Revolución Mexicana la hicimos los del norte!
--- el Movimiento Estudiantil también!
A lo primero afirmó Julián.
--Por eso les salió como les salió!

--El problema, dijo Cipriano, no es de una región del país sino del país completo y la relación en que se encuentre con los demás países; Muy especialmente con los socialistas.

--En particular Julián se interrumpió para prender un tabaco con la colilla del anterior- este movimiento no pretende hacer la Revolución Socialista en el país, aunque contribuye a ello en el largo plazo.
-- Ya sesenta y ochos dejen dormir! —Gritaron todos.