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ANALISIS
DE LA POLITICA EDUCATIVA DE VICENTE FOX
Carlos
Gallegos Elías / Yolanda Paredes Vilchiz
Realizar
una evaluación de la política educativa de un gobierno
que para llegarlo a ser, empeño durante su campaña el
crédito de una alta expectativa de desarrollo social. Fue el
producto más publicitado, mejor manejado por la mercadotecnia
política, que sensible a las grandes necesidades de a población,
sobre todo de la clase media urbana, logró impactar y hacerlo
llegar a la presidencia nacional. Estamos hablando del caso del presidente
Vicente Fox.
No
obstante, la evaluación de una política social no puede
quedarse sólo en el marco de lo propiamente realizado por la
administración en turno, han que considerarse las condiciones
en que asume por el Ejecutivo, el proyecto de nación que vislumbra
través de la misma política, los recursos que aporta para
su logro y el apoyo del o los grupos económicos y políticos
que lo respaldan porque a la postre se convierten en "compromisos"
así como las propias condiciones de la nación sus inercias
y su cultura producto de la lucha interna de fuerzas contradictorias
además del vaivén de una población fundamentalmente
joven que debe enfrentarse a las demandas del mercado internacional
globalizado en sus principios y procedimientos.
El
gobierno del presidente Vicente Fox en amplios sectores de la vida social
apostó al desarrollo, su elección apenas por arriba de
los 50 puntos no fue fortuita, logró convertirse en la esperanza
de millones de mexicanos, de buena parte de latinoamericanos que pensaron
en la posibilidad de crecimiento económico, de aperturas crediticias,
de empleos, de integración social.
El
esfuerzo ha sido grande, sin embargo, los resultados son magros: de
un crecimiento económico anunciado del 7% anual hemos de conformarnos
raquítica y esperanzadoramente para el segundo año con
un 1.3% o un 1.5% que según comentan los economistas "no
es tan malo" aunque los problemas estructurales de la economía
mexicana no se resuelvan, desempleo, pobreza, marginación, carestía
siguen siendo la cotidianidad de la población sumados al símbolo
de relaciones marcadas por la violencia familiar, social y el narcotráfico,
resultado de la recesión norteamericana o del precio del petróleo
o de los atentados del 11 de septiembre, etc; o quizá de forzar
la incorporación a un sistema económico para el que nuestro
país aún no cuenta con la infraestructura, el capital
económico y cultural suficiente como para no ser arrasado y subordinado
a intereses totalmente ajenos que pueden derivar en mayor desigualdad
interna y externa. Dentro de estos problemas estructurales está
el de la educación.
Es
verdad que la educación es esperanza de cambio, de desarrollo,
de transformación para las familias, los individuos y las naciones,
así, del proyecto educativo diseñado, administrado y dirigido
también se deriva el resultado de desarrollo socioeconómico
obtenido.
El
anuncio en campaña de proporcionar a la educación nacional
un 8% del PIB, cifra mínima considerada por la UNESCO, en este
segundo año de ejercicio llega, en las cifras oficiales al 4.7%,
así entonces, los mínimos de desarrollo se observan todavía
lejanos sino es que incluso casi imposibles.
Para
el año escolar que está por concluir, en su segundo semestre,
el secretario de educación pública indica la aportación
del 4.7% del PIB, con un crecimiento de 0.3% con respecto a 2001.a ser
distribuídos de la siguiente manera:
·
Escuelas de calidad: 1200 millones de pesos .
·
Programa Nacional de Becas: 702.3 millones de pesos.Para beneficio de
135 mil estudiantes de escuelas públicas desde el 3er. grado
de primaria hasta el 9º. semestre de licenciatura.
·
Ciencia y tecnología:, 6744.5 millones de pesos.
·
Educación a distancia, infraestructura audiovisual e informática
para educación básica: 1110.9 millones de pesos.
·
El Consejo Nacional para la Vida y el Trabajo: 1000 millones de pesos.
El
Secretario de Educación Pública, Reyes Tamez Guerra consideró
que "los principales retos de la educación en México
son mejorar la capacitación de personas, optimizar los recursos
financieros, elevar y conservar la calidad de la enseñanza, así
como establecer tecnología de educación a distancia que
amplíe la difusión y el acceso al conocimiento" (El
Financiero octubre 2, 2001, p. 48)
Por
su parte, el presidente de la República anuncia en septiembre
2001 se da a conocer el Programa Nacional de Educación 2001-2002,
una amplia reforma educativa bajo 5 líneas fundamentales:
1).
EDUCACIÓN CON CALIDAD. Objetivo: Ofrecer perfiles curriculares,
condiciones intelectuales, procesos de instrucción atractivos
para los mexicanos
2)
COBERTURA DE SERVICIOS en amplitud y profundidad. Renovación
de métodos de aprendizaje. Escuelas de calidad (2000 planteles
de educación básica en 829 municipios) consistentes en
que la comunidad designe sus propios programas de desarrollo (Proyecto
escolar SEP 2001-2002) "cada escuela recibirá entre 300
y 500 mil pesos para sus necesidades, ellos decidirán en qué
y cómo los gastan (equipos de cómputo, laboratorios, bibliotecas,
etc.)
3)
CAPACITACIÓN Y ACTUALIZACIÓN de la planta docente.
4)
MEJORA DE LAS CONDICIONES DE VIDA de educandos y educadores. Programa
de becas e incentivos.
5)
EMPLEO DE NUEVAS HERRAMIENTAS Y TECNOLOGÍA de información
para favorecer el conocimiento, instalación de redes de cómputo.
Nos
referimos al primer punto de la "revolución educativa"
que planteó el Presidente y que el Secretario de Educación
ha puntualizado reiteradamente: La educación de calidad.
Considerando que el proyecto de educación de calidad es el paradigma
utilizado en el lenguaje de globalización estructural. Retomaré
un poco de la historia porque hoy nuestro lenguaje suscribe los temas
de globalización, de calidad, de eficiencia, de productividad,
pero pocas veces nos remitimos a su origen histórico.
Es
sabido que el proceso del análisis de la calidad y la implementación
de los círculos de calidad total se inician en Japón en
la década de los 60 como mecanismo para ponderar sus productos
y servicios en el mercado europeo y desplazar al mercado norteamericano
de los mismos "preparándonos para los cambios drásticos
que se avecinaban en el medio de los negocios ocasionados por las nuevas
olas de liberación del capital y el comercio" (ISHIKAWA,
Kaoru. ¿Qué es el control total de calidad?).
Su
inserción en la cultura asiática y su pronto éxito
son observados y trasladados por administradores y políticos
occidentales a sus países, con la finalidad de disminuir costos
e incrementar utilidades iniciando una revolución tecno-administrativa
"mejorar la calidad, incrementar la productividad y fortalecer
la posición competitiva son propósitos de cualquier organización
actual, porque del cumplimiento de éstos, depende su supervivencia
en el ámbito empresarial(
) en toda empresa moderna ha de
identificarse su filosofìa, que son sus principios de regularidad,
su misión, por qué existe y qué esperan de ella
sus clientes y su visión, hasta dónde espera crecer, capacitación,
innovación, creatividad y desarrollo surgen de la planeación
estratégica." (DEMING, Edwards.. Los catorce puntos de la
calidad).
Empresas
como Komatsu, Kanichiro, Toshiba, Sanyo, Toyota, introducen el concepto
de "calidad basado en el servicio al cliente" a través
de administración horizontal que busca la eficiencia de cada
uno de los obreros a partir de hacerlos "corresponsables"
(seudosocios) del resultado, "las ideas como los de la división
del trabajo y la jerarquía administrativa ya no funcionan en
este mundo de competencia global y cambio inexorable. (...) el trabajo
debe estar orientado a que cada uno reviese, en lo individual, su acción
y se integre a los procesos de culminación del producto, de concentrarse
y repensar de principio a fin actividades que crean valor para los clientes
y para la empresa al disminuir sus costos de producción e incrementar
sus utilidades inmediatas" (Hammer, Michel. Reingeniería)
Estos
procedimientos que tan buenos resultados dieron a la industria automotriz
pronto se trasladan a la industria electrónica y de cómputo.
Hewllett Packard, IBM, ingresan en la cultura de la reingeniería
(reestructuración radical de los procesos de una compañía,
de su organización y de su cultura). El sector de servicios como
hospitales, restaurantes, compañìas telefónicas
se incorporan en esta "nueva era" de la organización
a mediados de los 80 y principios de los 90.
Años
después de que en Japón se revolucionó la forma
de negociar y organizar la vida laboral, en los sectores educativos
mundiales, por su determinante papel en la adopción cultural
del fenómeno económico -el carácter reproduccionista
de la educación-, la metodología, los mecanismos y procedimientos
de calidad, excelencia y evaluación normativa y homogénea
aparecen. Surge la necesidad en los sectores escolares de una evaluación
universal que sea el indicativo de la "calidad" que se produce
en los planteles.
El
lenguaje de los políticos, funcionarios y autoridades mexicanas
enfatizan la calidad educativa bajo los conceptos de la calidad total,
de la mejora contínua, de la reingeniería organizacional.
Se
coincide en la necesidad de brindar un servicio educativo con calidad,
equidad y pertinencia ¿pero qué se entiende por calidad
educativa en la política mexicana? ¿Por qué preocupa
la calidad en la política educativa nacional?, el Presidente
afirma: "Porque los resultados deben ser mejores y la calidad es
el punto de transformación y de situarnos al nivel de nuestros
principales socios comerciales" (Vicente Fox, octubre 2001)
La
calidad puede ser analizada desde varios enfoques:
a)
El que señala que la calidad es multidedeterminada.
Muchas causas de la calidad educativa: las que tienen que ver con el
entorno cultural, el contexto (familia, recursos, medio, planes, actores).
b)
El que considera que su concepto debe revestir relevancia y pertinencia.
Que los objetivos de la calidad educativa sean relevantes para la persona
y la comunidad. Que el concepto de educación hable de una escuela
fuerte, importante, sólida. Se educa para el futuro, de acuerdo
con las tendencias de la sociedad del futuro y cómo nos ajustamos
a él.
c)
El enfoque del análisis de equidad. Necesidad de reconocer
iguales, similares o equivalentes puntos de llegada con distintos puntos
de partida (en el proceso educativo participan sujetos con orígenes
distintos pero con objetivos similares)
d)
El que corresponde a resultados, a la eficacia. Lograr los objetivos
en el tiempo diseñado (planeación estratégica:
eficacia y eficiencia)
e)
El que deriva del anterior, la eficiencia. Hacer lo mejor con
los recursos existentes. No valora si son suficientes. Hacer bien las
cosas (mejora continua en materia de resultados de aprendizaje y calidad)
infiere innovación, creatividad y actitud de colaboración
de padres y maestros.
Pero,
¿qué hacer para mejorar la calidad?
1.
Liderazgo profesional. Académico y participativo
2.
Visión y metas compartidas de lo que se quiere
3.
Planeación estratégica. Enseñanza con propósitos
definidos
4.
Altas expectativas. Que los maestros crean en sus alumnos, que la comunidad
confíe en la escuela, que los alumnos son capaces de aprender
y cambiar su condición de origen.
5.
Evaluación permanente. ("usted ha señalado que la
cobertura, la equidad y la calidad son un objetivo prioritario de su
gobierno, lo cual es una exigencia del proceso de globalización
en que inevitablemente nos hayamos involucrados... un elemento indispensable
de todo proceso de mejora contínua es medir los resultados...
exigimos la creación del Instituto Nacional de Evaluación..."
(Unión Nacional de Padre de Familia, La Jornada, 12 junio 2002,
p. 58).
Es
importante analizar cómo las transformaciones estructurales generadas
por el desarrollo tecnológico en el campo de las comunicaciones
e informática, así como la organización económica
internacional conducen a la reorientación de la enseñanza
y a la consideración práctico-utilitaria del conocimiento.
El resultado se deja ver en el perfil de los planes y programas de estudio
y en los programas de formación docente (adquisición de
nuevos saberes con el descuido de los aspectos didáctico-pedagógicos).
A
pesar del incremento presupuestal mencionado, insuficiente frente a
la demanda, el optimismo se disuelve ante el planteamiento dirigido
hacia el establecimiento de criterios de mercado y rentabilidad financiera
que incorporan la acción educativa a los procesos de globalización
rasa y subordinadamente.
No
se ha producido la cobertura. Los procesos de calidad, ponen en el centro
de la atención el servicio a partir de la cadena productiva desde
que se inicia el proceso, así, en la escuela alumnos y maestros
como los principales sujetos educativos, beneficiarios iniciales y últimos
de la política educativa, refieren una práctica en la
que la acción no va dirigida a ellos, sino a sus resultados,
a pesar del mensaje de equidad donde reconoce las diferencias de origen,
que en nuestro caso debemos reconocer las particularidades de los sujetos
y de las instituciones escolares.
La
escuela de hoy sigue presentando fuertes rezagos y desequilibrios, violencia,
inequidad y exclusión, anotando que las diferencias son abismales.
Tan sólo unos datos:
En
educación inicial y preeescolar, casi 2 millones de niños
de 3 años (89% de ese grupo de edad) y casi un millón
de los 4años (45%) no recibe atención educativa.
En
la educación primaria es la de mayor éxito en los últimos
años, es el único nivel relativamente consolidado, hay
más de un millón de niños que no asisten a la escuela
y 25 % del total de la matrícula se encuentra en escuelas unitarias
o multigrado (Plan 9-14) producto de la alta reprobación y el
deficiente manejo psicopedagógico de los planteles. 430 mil niños
abandonan la escuela antes del 6º. Grado de primaria. 260 mil egresados
no se incorporan a la secundaria y poco más de un millón
(22%) no concluyen la secundaria.
Una
gran disparidad de cobertura lo representa el espectro de la población
juvenil (de 13 a 30 años) pasó de poco más de 14
millones en 1970 a casi 36 en el 2000, este segmento en 1997 representaba
el 39.6 de la población nacional y tenía un promedio de
7.7 años de escolaridad (consideremos que cubrían hasta
el 2º.grado de secundaria). Sin embargo 20% de los más pobres
no llegan a cursar 3 grados en tanto que 10% de los más ricos
alcanzan más de 12 niveles.
Los
dos problemas más graves que enfrenta la educación media
son los elevados porcentajes de reprobación (73%) y la poca capacidad
del nivel para retener a los jóvenes en la escuela (la deserción
en el nivel de educación media registra un 46%) (sólo
el 44.7% estudia, el 55.3% ha abandonado la escuela) contradictoriamente
frente a las cifras de crecimiento de los planteles y a la matrícula
de ingreso que registran incrementos de más del 24%.
Mecanismos
de desigualdad que operan al homologar condiciones externas las mismas
oportunidades para todos los que solicitan el servicio, cobertura material
en aulas, pero al interior de los planteles la redistribución
de oportunidades a través de mecanismos sociopsicopedagógicos
(inmuebles, calificación de los recursos humanos, atención,
asesoría y apoyo que recibe el alumnado, bajo capital cultural
y nulo acrecentamiento del mismo) terminan por favorecer la exclusión
escolar y la calidad del servicio no es siquiera observada como del
objetivo cotidiano del docente.
En el bachillerato, en sus diferentes modalidades, las cifras no son
menos alarmantes: Menos de la mitad de los que inician estudios en este
nivel consiguen concluirlos en el periodo regular y aún menos
son los que se incorporan a la educación superior.
En
educación superior, por ejemplo, en el último examen de
admisión fueron rechazados de las universidades públicas
del DF 160 mil 739 alumnos que solicitaron ingreso, sólo se aceptó
a 1 de cada 5 concursantes.
El
aumento de la deserción escolar en todos los niveles también
forma parte de la pérdida de prestigio de la educación
formal del país y de la necesidad de incorporarse al mercado
laboral a edades más tempranas.
Las
desigualdades por regiones además reafirman la marginalidad educativa:
el gasto por habitante en educación era en 1998 en promedio de
3 mil 144 pesos en entidades de baja marginalidad como el D.F, Nuevo
León, Baja California, de 2 mil 386 en entidades de desarrollo
intermedio (Aguascalientes, Zacatecas, Michoacán) y de sólo
1999 en las de alta marginalidad (Oaxaca, Guerrero, Chiapas), costos
que se han incrementado en un 5% en cada una de ellas.
La
expansión escolar se ha dado sin cubrir oportunamente a la población
solicitante, pero además sin una verdadera transformación
de los sistemas pedagógicos
Por
otro lado, la escuela enfrenta la responsabilidad de unidad, integración
e identidad de la población ante la transformación o disolución
del ambiente familiar, entre otros aspectos importantes del educando.
Los
problemas de la educación se ligan al deterioro de la familia,
el empleo y la interacción social. Antes de pensar en modernizar
la metodología educativa debemos pensar en reintegrar el entorno
social de la escuela mexicana a través de una profunda mejora
en las condiciones sociales, cuyas desigualdades marcan a la escuela
mexicana, también, profundamente desigual, una profunda democratización
de la relación maestro-alumno y la revisión de los mecanismos
de "calidad" que imperan actualmente.
El
sistema escolar sigue funcionando sin la erogación de mayores
recursos tras recurrir a las estrategias de contención salarial,
reclutamiento de profesores sin la preparación adecuada, en el
uso intensivo de los edificios escolares y de docentes más preocupados
por los puntajes para la carrera magisterial y del incremento a su ingreso
económico, que del apoyo requerido por los alumnos bajo su responsabilidad.
Ellos
nos preocupa porque cuestiona la validez de la propuesta oficial para
atender la demanda educativa en cobertura y calidad, así como
los mecanismos empleados para modernizar el sistema educativo y la posibilidad
que tienen de integración los miles de niños y jóvenes
que quedan excluídos del proceso escolar convirtiéndose
en un círculo vicioso donde la imposición de mecanismos
de calidad ajenos terminan por desvirtuar al propio proceso educativo.
No
queremos decir con ello, que la calidad educativa no sea una de las
prioridades del sistema educativo nacional, sí lo es, sólo
que bajo lineamientos diferentes que efectivamente rompan la exclusión
y la subordinación.
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