Número 17 Época IV Marzo 2010 FORO HISTÓRICO LAS LUCHAS SINDICALES DE LOS ACADÉMICOS Es necesario que se conozca una síntesis de la historia de lo que han sido las agrupaciones gremiales de los académicos en nuestra institución, especialmente cuando se cumplen 80 años del inicio de la lucha gremial en la Universidad Nacional. José Enrique Pérez Cruz* INTRODUCCIÓN La historia de las organizaciones sindicales del personal académico en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha sido de gran importancia, aunque por desgracia las luchas desarrolladas por este sector no han sido lo suficientemente poderosas para llevar a cabo la conquista de las justas demandas laborales. El hecho de que actualmente se cuente con un contrato colectivo de trabajo del personal académico no es suficiente, puesto que quien tiene la titularidad de ese instrumento no ha tenido la voluntad para hacerlo cumplir. Las autoridades universitarias y laborales iniciaron hace más de 30 años una campaña para desvirtuar la lucha de los académicos del Sindicato de Trabajadores de la UNAM (STUNAM), apoyando a todas luces a la otra organización, que se equipara por sus actitudes al "charrismo” sindical y a los "sindicatos blancos", así como a los que existen sólo de membrete. Por ello, es necesario que se desarrolle una mayor actividad por parte del personal académico en la defensa de sus derechos laborales. Creo por ello necesario que se conozca una síntesis de la historia de lo que han sido las agrupaciones gremiales de los académicos en nuestra institución. Especialmente cuando se cumplen 80 años del inicio de la lucha gremial en la Universidad Nacional. Los antecedentes En la Universidad Nacional Autónoma de México, desde su constitución en septiembre de 1910, y aún desde antes (ya que la Universidad Nacional se constituyó en 1910 con otras Escuelas Nacionales que ya existían: de Altos Estudios, de Bellas Artes, de Jurisprudencia, de Ingeniería, de Medicina y Preparatoria),1 en el marco del primer Centenario de la Independencia de México y que formaba parte de la Secretaría de Instrucción Pública. Por lo que el personal administrativo y docente ya tenía una antigüedad anterior a ese año. Con lo que no contaba era con una reglamentación que les diera una protección social. El 20 de noviembre de 1910 se inició la Revolución Mexicana a convocatoria de Francisco I. Madero, y la legislación que les diera protección tardaría varios años más. Así tenemos que “los trabajadores universitarios no contaban con una legislación y reglamentación que los incluyera como empleados federales, por lo que tuvieron diversas carencias. Conviene hacer mención del señalamiento del 11 de septiembre de 1912, que hizo el entonces diputado José Natividad Macías (quien más tarde sería Rector de la Universidad) sobre los trabajadores mexicanos: “Los obreros tienen hambre. Los obreros no pueden vivir con el mísero salario que hoy ganan en las fábricas y es necesario que empecemos por darles, aunque no sea toda la parte que les corresponde, sino una mínima parte de ella”.2 Al triunfo de la Revolución Constitucionalista, Venustiano Carranza pronunció un discurso en el que hizo referencia a que “faltan leyes que favorezcan al campesino y al obrero pero estas, serán promulgadas con ellos mismos, puesto que ellos serán los que triunfen en esta lucha reivindicadora y social”.3 Asimismo Carranza prometió su independencia a la Universidad. El Congreso Constituyente de 1917 implantó artículos proteccionistas para los trabajadores asalariados en el artículo 123, aun cuando quedaron excluidos de dicha protección los servidores públicos, ya se señalaba en la Constitución la conveniencia de reglamentar en forma especial las condiciones de los trabajadores del Estado.4 Después de varios intentos, el 12 de agosto de 1925 se promulgó la Ley de Pensiones Civiles y de Retiro que vino a beneficiar a los trabajadores al servicio del Estado otorgándoles derechos y prestaciones; ahí se incluyó a los trabajadores universitarios administrativos y docentes.5 En el año de 1927, en el interior de la Universidad Nacional existió un primer intento de organizarse gremialmente por parte de los empleados de la Institución en el Sindicato Único de Empleados de la Universidad Nacional, pero ante las amenazas de las autoridades de cesar a quienes promovían y participaban en esas acciones, tuvieron que dar marcha atrás.6 En el Informe que presentó el Presidente Plutarco Elías Calles sobre el cuatrienio 1924-1928, se señalaba que la “Universidad contaba con 1,390 personas que eran empleados universitarios, es decir: 933 profesores, entre ellos 80 sin sueldo), 219 técnicos y administrativos, y 238 eran de la servidumbre (así se le denominaba a los conserjes, porteros, mozos, veladores e intendentes).7 En el mes de julio como resultado del conflicto estudiantil en la Universidad Nacional, después de dos meses de huelga se logró la promulgación de la Autonomía de la misma por medio del establecimiento de la Ley Orgánica de la Universidad Nacional. En el aspecto laboral se llevaban a cabo cambios acerca del personal docente y administrativo; en su artículo 31 se estableció que: “Los empleados de la Universidad, de cualquier índole o categoría no serán considerados como empleados federales a partir de la promulgación de esta ley pero por razones de equidad y estando ellos encargados de un servicio público, continuarán gozando de los beneficios que la Ley de Pensiones Civiles de Retiro les concede. A partir de 1930 el Consejo Universitario podrá resolver lo que estime conveniente sobre la situación de los empleados de la Universidad en relación con la Ley de Pensiones Civiles de Retiro”.8 También en el artículo 33 de esa Ley Orgánica se hacía mención que: “Mientras los empleados de la Universidad estén sujetos a la Ley de Pensiones Civiles de Retiro, el tesorero de la Universidad, y, consecuentemente, los pagadores u oficinas pagadoras de sueldos o emolumentos de empleados de las instituciones que integran o en lo futuro integren la Universidad, están obligados a hacer al personal de las mismas instituciones, los descuentos que prevenga la Ley General de Pensiones Civiles de Retiro y la Dirección General del Ramo, muy especialmente aquellos a que se refiere el artículo 48 (que hacía referencia los de la Ley General de Pensiones Civiles de Retiro)y los provenientes de préstamos a corto plazo, préstamos hipotecarios y préstamos refaccionarios que adeudan al Fondo de la Dirección de Pensiones observándose lo dispuesto en esa Ley de Pensiones y entregándose a dicha Dirección las cantidades recaudadas por esos conceptos, como lo hacen los pagadores del gobierno federal”.9 La primera organización gremial docente Por parte del personal académico se llevaron a cabo una serie de intentos de organizarse gremialmente desde finales de los años veinte. El 3 de julio de 1929, durante el conflicto estudiantil que culminó con la autonomía de la Universidad, se constituyó la “Sociedad de Profesores, Preparadores y Ayudantes de la Escuela Nacional Preparatoria”, con el propósito de “velar por los intereses universitarios de sus miembros en todos los aspectos derivados de la Ley”.10 Es la organización más antigua que se conoce y no se volvió a encontrar documentación que nos permita conocer qué vigencia tuvo. En julio de 1937, en contra del intento del Sindicato de Empleados y Obreros de la Universidad Autónoma de México por la firma de un contrato colectivo de trabajo, se formó la Unión de Empleados Profesores y Obreros de la Universidad Nacional Autónoma de México, que apoyaba la promulgación de una Ley de Servicio Civil como lo planteaban las autoridades universitarias. Se constituyó con la idea de “colaborar con las autoridades velando a su vez por los derechos de los servidores de dicha casa de estudios, como son la inamovilidad, escalafón, horas de trabajo, salario mínimo, etcétera. De esta manera, la Unión viene a ser depositaria y defensora de los derechos contra la arbitrariedad, siendo uno de los modos para lograr del Consejo Universitario la expedición de un reglamento, semejante a “la Ley del Servicio Civil para los Empleados Públicos”. También fue una organización que no tuvo una larga vida.11 Su Consejo Directivo Provisional se constituía de la siguiente manera: Lic. Ernesto Capry Manzano, Daniel Sánchez Uribe, Ángel V. Oscos. Vocales: Departamentos: El 31 de julio, el Comité Organizador del Sindicato de Empleados y Obreros de la Universidad Autónoma de México, luego de que las autoridades rechazaron su punto de vista acerca de la firma de un contrato colectivo de trabajo, invitó a los profesores de la institución para que junto con el personal administrativo formaran un sindicato de industria con dos ramas una administrativa y otra docente. Incluso, formalmente escribían oficios con el nombre de Sindicato de Profesores y Empleados de la Universidad Autónoma de México. La federación de profesores El 17 de marzo de 1938, las uniones de profesores de la Escuela Nacional Preparatoria y de la Facultad de Filosofía y Estudios Superiores hicieron una convocatoria a los organismos similares a fin de realizar una Convención de Maestros Universitarios y que se celebraría en el Paraninfo de la Universidad, el 4 de abril, con el objeto de constituir la Federación de Profesores Universitarios. Posteriormente, el 4 de abril de 1938 se llevo a cabo la conformación de la “Federación de Profesores Universitarios de la Universidad Nacional Autónoma de México”, que se integró con las siguientes agrupaciones: Unión de Profesores de la Facultad de Filosofía y Estudios superiores; Asociación de Profesores de la Facultad de Medicina; Unión de Profesores de la Escuela de Ingenieros; Asociación de Profesores de la Escuela Nacional de Odontología; Unión de Profesores y Empleados al Servicio de la Escuela de Extensión Universitaria: Unión de Profesores de la Escuela Nacional Preparatoria y él Comité Organizador de la Unión Profesores de la Escuela Superior de Música. En sus estatutos se mencionaba que en un futuro se integraría a los empleados a esa Institución. La Federación se constituyó con el fin de reunir “en su seno a todos los profesores de la Universidad, sin distinción de credos políticos y sociales, contribuir al mejoramiento intelectual y social de los mismos; cooperar en la realización de los fines de la Universidad en su más amplio y generoso sentido, y ser factor atendible y respetable en todos los actos en que la Universidad intervenga”, esto se asentó en el acta constitutiva.13 En el evento se analizó la situación precaria del profesorado, al que se le tenía en cuenta únicamente para dar su cátedra. Si bien tenía representación en los órganos, como lo eran el Consejo Universitario y en las Academias de Profesores y Alumnos, “estas representaciones no han recaído siempre en catedráticos que puedan interpretar el sentir de su propia clase ni han sido verdaderamente representantes del gremio en sus aspiraciones de mejoramiento colectivo”.14 Más adelante se afirmaba que “Si se atiende a su situación económica, en tanto que los trabajadores manuales y aun los profesionistas han mejorado sus ingresos, el catedrático gana menos de lo que percibía en 1910 y mucho menos relativamente, de lo que alcanzaba un profesor de la Real y Pontificia Universidad en la época colonial. “Irrisorias son las cantidades que se pagan por una cátedra en una época que en el costo de la vida ha aumentado considerablemente y el material de trabajo; libros, útiles de laboratorio, etc., ha subido en un 200 por ciento y todavía esas cantidades no se cubren con la puntualidad debida a pesar de que el presupuesto de la Universidad es más alto que nunca. Los empleados públicos disfrutan del derecho de pensión, pueden jubilarse modestamente, muy modestamente por cierto; préstamos en situación apurada. “Al profesor de la Universidad le esta negado todo esto, pues no hay organismo adecuado a quien recurrir en caso de apuro, y después de una vida consagrada al estudio, fatigosa y agobiante no tiene la menor perspectiva de descanso. Así vemos a profesores de más de sesenta años obligados a proseguir en su cátedra con la agilidad de uno de veinticinco; y cuando hay enfermedades adquiridas en el ejercicio de su ministerio impiden materialmente al catedrático el concurrir siquiera a sus aulas, por toda compensación se le hace la gracia de ayudarlos con el sueldo equivalente a dos grupos de su enseñanza, es decir, a una cantidad interior a doscientos pesos”.15
Secretario General, Julio Jiménez Rueda; Como se aprecia, había destacados profesionistas (*incluso un ex Rector y un **ex Secretario General de la Universidad) que actuaban convencidos de la justeza de sus demandas. Los Estatutos de la Federación establecían en su artículo 2 los siguientes fines:
Por otro lado, el artículo 3o. transitorio de los Estatutos se encuentra el siguiente texto:
La APUM Fue hasta el 10 de febrero de 1950 cuando se fundó la “Asociación de Profesores de la UNAM, A.C.”, con el fin de obtener para sus agremiados mejores condiciones de trabajo y por la promulgación, por parte del Consejo Universitario, del Estatuto del Personal Académico de la UNAM. Que regularía las relaciones laborales de este sector de la comunidad universitaria, según lo establecía la Ley Orgánica del año de 1945. Esta organización tuvo una larga duración de vida (hasta que se sumó a las AAPAUNAM como parte de ellas en 1977). En sus Estatutos se establecía que la formación de la APUM era “con el objeto de Constituir una agrupación de maestros universitarios que pugna por el mejoramiento de las condiciones de vida del personal docente de la Universidad Nacional y consecuentemente por la superación de la propia Institución” y para defender los derechos de los profesores y lograr la promulgación del Estatuto del Personal Académico. Sus finalidades supremas serían: a).- La superación de la Universidad en todos sus aspectos, y b).- Condiciones de vida más decorosas para los catedráticos universitarios.18 Por otro lado, pretendían se incluyeran en las prestaciones de la Dirección General de Pensiones Civiles la Casa de Salud del Profesorado Universitario, la construcción de una Colonia del Profesorado Universitario; lograron, entre otras cosas, el descuento de entre el 10 y el 50% en la compra de medicamentos y proponían el intercambio universitario a nivel internacional, pedían la revisión de planes de estudio periódicamente y afirmaban que la APUM “no descenderá a luchas estériles de carácter intergremial, ni menos personal u otras de dudosa intención”.19 La directiva de la APUM estaba constituida de la siguiente forma: Presidente: Dr. Eduardo Llera Domínguez, Secretario: Lic. Agustín Peña Hernández, Tesorero: Lic. Jesús Andraca y Herrera.20 El primer sindicato de profesores En 1963, con la llegada del Rector Ignacio Chávez, como consecuencia de la promulgación del Estatuto del Personal Docente de la UNAM, y por las condiciones que ahí se establecían, que afectaban a una gran cantidad de profesores, ya que se estableció que todo el personal académico debía de estar titulado o se le rescindiría, ante esta situación varios profesores, en especial de la Escuela Nacional Preparatoria, se sintieron afectados y se tomó la decisión de organizarse para defender sus derechos laborales. Por lo que el 19 de septiembre de 1964, en las instalaciones del Plantel Número Cinco de la Escuela Nacional Preparatoria, se constituyó el Sindicato de Profesores de la UNAM (SPUNAM), "con el objeto de conquistar mejores condiciones de trabajo para el profesorado universitario", demandando para ello el reconocimiento de las autoridades laborales y universitarias, así como su registro legal, que le fue negado igual que el amparo que solicitó en contra de actos de la Secretaría del Trabajo. Con sus actividades, el SPUNAM logró que se comenzara a legislar en la Máxima Casa de Estudios con respecto al Estatuto del Personal Académico pendiente desde 1945. Entre sus logros, podemos mencionar el aumento de sueldos logrado por medio de una huelga que estalló en la Institución del 15 al 22 de julio de 1968, previo al movimiento estudiantil de ese año. El Comité Ejecutivo se integró de la siguiente manera: Secretario General: Félix Barra García Vocales: Comisión de Vigilancia Comisión de Honor y Justicia El 12 de noviembre de 1971 se constituyó el Sindicato de Empleados y Obreros de la UNAM (STEUNAM), que emplazó a huelga a la Institución por el reconocimiento del Sindicato y por la firma de un Contrato Colectivo de Trabajo. La huelga estalló el 25 de octubre de 1972 y culminó el 15 de enero de 1973. La huelga del Sindicato de Trabajadores y Empleados de la UNAM (STEUNAM), de 1972-73, hizo que el sector académico comenzara a reforzar la idea de la organización sindical entre distintos grupos de profesores. El quince de noviembre apareció una carta pública dirigida al Rector de la UNAM, Pablo González Casanova, informándole que el día catorce se había organizado el Sindicato de Independiente de Profesores de la Universidad Nacional Autónoma de México en una reunión en la que se hicieron los siguientes planteamientos: “1. El trabajador universitario, administrativo, manual, docente o investigador, tiene todos los derechos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. 2. La autonomía universitaria en modo alguno es incompatible con la organización sindical de los trabajadores que sirven en la Máxima Casa de Estudios. 3. Los fines señalados a la Universidad en su Ley Orgánica no se oponen a la defensa legítima de los intereses del trabajador a través de un organismo sindical. 5. La Unidad de los trabajadores universitarios en un organismo sindical democrático e independiente es condición necesaria e inaplazable para realizar los planes de la reforma universitaria. La democratización, tónica de la vida nacional, no puede ser en la Universidad sólo estilo literario académico, tiene que ser un hecho en éste se finca en la organización sindical. 6. Consecuentemente, y acorde con las políticas de su rectorado, este grupo de profesores universitarios solicita se abran las vías de la democratización real, gestionando ante el Consejo Universitario, los acuerdos y las reformas legislativas pertinentes, a fin de establecer la organización sindical de los trabajadores, tanto administrativos como docentes y de investigación”.21 Por esas razones dieron el primer paso y nombraron a una Comisión Ejecutiva Provisional del Sindicato Independiente de Profesores de la UNAM que se integró de la siguiente manera: Profra. María Elena Rubio de Ortiz y como asesor jurídico se nombró al Dr. Jesús Carrasco Chávez.22 Fue un antecedente del SPAUNAM. El SPAUNAM Posteriormente, el 13 de julio de 1974, luego de un proceso de discusiones y consultas, varias organizaciones de académicos, entre ellas el Consejo Sindical, decidieron la constitución del Sindicato del Personal Académico de la UNAM (SPAUNAM), con el fin de organizar al profesorado en defensa de sus intereses, por el reconocimiento de su agrupación y por la firma de un Contrato Colectivo de Trabajo. Durante su existencia, con el estallamiento de una huelga en 1975, logró la conquista de algunos derechos para el personal docente y el establecimiento en el Estatuto del Personal Académico de un apartado denominado Titulo de las Condiciones Gremiales del Personal Académico. El SPAUNAM tuvo que sufrir los embates de las autoridades que crearon y apoyaron a pequeñas organizaciones de profesores, algunas de ellas fantasmas, integradas incluso por sólo dos elementos, y las autoridades universitarias les daba el mismo trato que al SPAUNAM con el fin de dividir al personal académico. El SPAUNAM y el STEUNAM tomaron la decisión de constituir una sola organización y se fusionaron en el Sindicato de Trabajadores de la UNAM, el 27 de marzo de 1977. El STUNAM existe hasta la fecha. El Comité Ejecutivo del SPAUNAM que lo encabezaba estaba integrado de la siguiente forma: Secretario General: Eliezer Morales Aragón El STUNAM, la unificación El 27 de marzo de 1977 se constituyó el Sindicato de Trabajadores de la UNAM, (STUNAM), como consecuencia de la fusión del STEUNAM y el SPAUNAM. Con el fin de demandar la firma de un contrato colectivo de trabajo único para los dos sectores, el académico y el administrativo. Para ello se estallo una huelga el 20 de junio de 1977, que fue rota por la policía el 7 de julio, sin que se lograran sus objetivos. Solo se consiguió la subrogación de la titularidad del contrato colectivo de trabajo del personal administrativo del STEUNAM al STUNAM. Sin embargo, ahí comenzó una intensa campaña por parte de las autoridades universitarias que apoyaron a las uniones y sociedades de profesores que crearon otras a las que incluso con solo dos integrantes les otorgaban el mismo trato que al personal afiliado al STUNAM (aunque a éstos los cesaban), que contaba con varios miles de miembros del personal académico. El 22 de noviembre de 1979 se crearon las Asociaciones Autónomas del Personal Académico de la UNAM, integradas por esas pequeñas organizaciones que desde un principio no estaban abocadas a la defensa de los intereses del personal académico, pero que fueron empujadas por las autoridades para que la regulación de las relaciones laborales fueran como lo querían las autoridades y no como lo solicitaba el SPAUNAM, primero, y el STUNAM después. El STUNAM logró luego de años de lucha que se reconociera la contratación colectiva para el personal académico en 1980. En 1980, por las reformas a la Constitución y a la Ley Federal del Trabajo, se llevó a cabo un recuento para ver a quién le correspondía la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo para el personal académico. Por las maniobras de las autoridades universitarias consiguieron que lo ganaran las Asociaciones “Autónomas” del Personal Académico de la UNAM (AAPAUNAM). El 2 de marzo de 1988, se constituyó el Sindicato Independiente del Personal Académico de la UNAM, luego de una escisión de un grupo de miembros del STUNAM aduciendo que sin la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo no era posible avanzar, e intentaron ser una tercera opción. Poco después, al no prosperar, desapareció. Su Secretario General era Javier Centeno. Durante la huelga estudiantil de 1999 se inició un movimiento de apoyo de un grupo de académicos a ese movimiento, denominada primero Asamblea Académica; a fines de ese año una parte de ellos decidió constituir el Sindicato Independiente de Trabajadores Académicos de la UNAM, que no logró su objetivo de ser una nueva opción. Los profesores que participaron durante la huelga estudiantil en la autollamada Magna Asamblea Académica acordaron que el 8 de diciembre de 1999 se realizaría la Asamblea Constitutiva del Sindicato Independiente de Trabajadores Académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (SITAUNAM); allí se eligió a un Comité Ejecutivo Provisional integrado de la siguiente forma: Secretario General, Arturo Lomas; Secretario de Trabajo y Conflictos, Carlos Reyes M.; Secretaria de Prensa y Propaganda María Esther Navarro L.; Secretario de Relaciones, Pedro Mendoza, y Secretaria de Finanzas, Sara Olga Quijas C. Intentaban ser una alternativa entre el STUNAM y las AAPAUNAM, pero no lograron atraer a una gran cantidad de académicos y luego de algunos años desapareció. Sus propuestas del porqué organizaban un sindicato independiente eran: 1.- No hay una representación de los profesores. 2.- Hay una falsa división entre lo académico y lo laboral. 3.- Salarios bajísimos. 4.- Profesores con interinatos de por vida o no definitivos. 5.- Nombramientos irregulares. 6.- Técnicos académicos con menos derechos. 7.- Estímulos económicos ilegales. 8.- Discriminación a las mujeres académicas. 9.- Recorte de personal académico. 10.- Política institucional inexistente de capacitación del personal académico. 11.- Inadecuada condiciones laborales físicas y de material didáctico. Notas: Bibliografía Estatutos de la Sociedad de Profesores, Preparadores y Ayudantes de la Escuela Nacional Preparatoria. En el Fondo Rafael Carrasco Puente del Archivo Histórico de la UNAM del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación. México, 1929. :::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: |
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