Número 17 Época IV Marzo 2010
¿PARA QUÉ SIRVEN LAS CIENCIAS SOCIALES? Javier Azamar CIENCIAS SOCIALES: Conjunto de disciplinas académicas que estudian el origen y desarrollo de la sociedad, las instituciones y relaciones que configuran la vida social. Actualmente, escuchamos y observamos actitudes que buscan desprestigiar lo que conocemos como ciencias sociales; de un tiempo reciente son cada vez mayores las actitudes despreciativas a todas estas disciplinas que en conjunto, se encargan del estudio del hombre como ente social. ¿A qué se debe esto? ¿Acaso, la Historia y la Filosofía son sólo “productoras de desempleados” cuya utilidad social es nula? Definitivamente no. Y corresponde a estas mismas disciplinas degradadas el explicar y criticar el porqué del desprecio a su actividad. El capitalismo actual -conocido comúnmente como neoliberalismo, neomercantilismo o imperialismo- no es otra cosa que la sujeción de la vida diaria a las leyes del mercado. No hace falta recordar que el sistema capitalista es un modo de producción orgánicamente injusto; donde el trabajo de la mayoría es apropiado por una minoría privilegiada, dejando en la miseria a los legítimos dueños productores de la riqueza. Los teóricos del sistema imperante, como forma de paliar -que no solucionar- este problema, fue mediante la aplicación de el llamado “Estado de Bienestar” o “Estado Interventor”. Este esquema comenzó a aplicarse de manera más generalizada a partir de la Gran Crisis del año 1929, siendo su teórico más importante el economista John M. Keynes. En forma general, el Estado, en su papel de estructura visible de la sociedad, jugaría un papel importante dentro del proceso productivo mediante compromisos tales como:
Por supuesto, estas acciones no eran suficientes para poder contener los resultados de las severas crisis económicas que cada determinado tiempo hacían tropezar al sistema, pero se esperaba que el daño fuese el menor de los posibles. Un dato importante para saber que en México las cosas no marchaban como se esperaba, son los movimientos populares (comenzando con el movimiento ferrocarrilero de 1958-1959, hasta el gran movimiento estudiantil de 1968). La principal consecuencia de estos acontecimientos fue la grave pérdida de credibilidad de la sociedad civil hacia el sistema político y de ello se desprendió que la sociedad se tornara más exigente y participativa. Por supuesto, la sociedad no permanece estática. Cambia sus formas de organizarse, y uno de estos cambios tan importantes fue el modo de producir: se necesitaba generar gran riqueza en poco tiempo y sin poner en riesgo grandes sumas de capital. Aparece el Neoliberalismo, cuyo teórico fundador es el economista Milton Friedman. Con la llegada del Neoliberalismo a los Estados Unidos e Inglaterra a finales de la década de 1970,1 termina la época del llamado “Estado Benefactor”. Un asunto importante que aquí salta a la vista es la forma de dominación de los países ricos y poderosos hacia los países subdesarrollados; es verdad que el Neoliberalismo llega a Estados Unidos e Inglaterra, pero no para ser puesto en práctica en estos países, sino como una nueva teoría económica que será puesta en práctica en sus respectivas zonas de influencia. Entre sus principales postulados, el Neoliberalismo propugna por:
Estas políticas han impactado en detrimento de las clases subordinadas al gran capital, especialmente en los trabajadores asalariados, pequeños comerciantes y de manera manifiesta en los servicios otorgados por el Estado hacia su propia población; uno de estos rubros que más efectos negativos ha tenido es en la Educación Pública. Todos sabemos que la educación es garantía de una formación académica crítica, científica, reflexiva y propositiva; no hay duda de que al sistema económico imperante no le interesa en lo más mínimo mantener un sistema educativo con estas características. Su andanada contra la educación pública (especialmente universitaria) implica no sólo la desaparición de “modelos teóricos del pasado”;2 también falsea y ataca el trabajo de los individuos que se encargan de cuestionar el status quo establecido, cuestionando y elaborando propuestas y programas de cambio. Recordemos que como investigadores sociales, no sólo estamos encargados de interpretar y formular teorías que expliquen y expongan los graves problemas a los que nos referimos, también debemos estar conscientes de que somos transformadores de nuestra propia sociedad. NOTAS: _____________________________________________________________
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